Chiarianos.

domingo, 16 de enero de 2011

¿Triangulo amoroso? Prefiero los cuadrados

Siento deciros que en las semanas siguientes a estos acontecimientos repentinos no ocurrió nada digno de mencionar...
Así que lo nombrare todo de una forma rápida y difusa.
Cuando Carla se instalo le conté lo que había pasado con Marcos, entonces ella, y hizo lo que yo creía que no haría nunca, intentar ligar con el...
Pero el afortunadamente pasa de ella completamente, por cierto Marcos lo ha dejado con Ángela, pero siento decir que ahora va a por Yaralia... La jefa de las populares...
Carla se ha integrado estupendamente gracias a mi... Y ami no se me pasa el dolor de la perdida de Marcos... Matt no sabe que hacer conmigo, y presiento que pronto querrá que yo le entregue mi... “flor” la que no tengo obviamente...
Y el no sabe por supuesto que perdí mi virginidad con... ese ser.
Un día mientras me duchaba, Marcos entro en el baño, quería hablar conmigo fue el quien me contó que Carla iba detrás suya, también dijo que me echaba de menos, y que si no podíamos estar juntos, que por lo menos fuéramos amigos como antes. Y a esa petición no me pude resistir. Así que el otro día siendo “amigos” me beso, ya sabía yo que esto pasaría y como no Carla nos vio. Ahora esta algo enfadada conmigo. Aunque sinceramente me la suda bastante.
Mi vida últimamente es un pozo sin fondo, los día entre semana me dedico a fingir, y lamento decir que a estas alturas soy ya una excelente actriz. Los sábados suelo salir con Carla a hacer algo y de fiesta por la noche, y de nuevo finjo que no pasa nada. Los domingos en cambio son los días donde puedo ser yo misma de nuevo, me voy a la calle, sin rumbo fijo, solo me centro en mis pensamientos normalmente suelo buscar sitios tranquilos, me suelo decantar por los cafés antiguos y plazas solitarias. He descubierto que la mejor manera de descansar es dejar la mente en blanco, y eso hago. Me siento y bebo café sin pensar en nada... Solo recuerdo vagamente la forma de mi huerto, como se siente el calor del sol, el aire refrescante en un día de calor intenso, como huele la tierra seca y las plantas... etc.
Supongo que parecerá una tontería echar de menos un sitio del que fui total y absolutamente desterrada, pero es así...
El argentino del Starbucks y yo ya eramos casi mejores amigos, el me preguntaba todos los días “¿Que tal el día Chiara?” Y yo le respondía “igual que desde hace un mes, insufrible”
El nunca me pregunto que me pasaba, simplemente me miraba distraído desde una esquina de la barra y a veces pintaba en un cuaderno algo, hasta hace poco no descubrí que trabaja allí para pagarse la carrera de bellas artes y que me usaba a mi como su musa. Eso me divirtió y muchas veces fui a su casa para posar para el, aunque la mayoría de las veces mas que pintar hablábamos y reíamos. Tarde justo 5 semanas en abrirle mi corazón al argentino. Le conté lo que me pasaba y el simplemente me abrazó y me secó las lagrimas sin saber que decir o hacer.
Lo que yo no sabia era lo que pasaba a mis espaldas en casa, solía dejar a Carla sola, ella tenía su vida a parte de mi, igual que yo la mía.
Pero lo que os contaré ahora lo descubrí justo ayer, y la verdad, preferí no haberlo descubierto...
Entré en mi habitación después de una sesión de pintura con quien yo llamaba mi argentino particular, y allí estaba Carla liándose con mi hermano...
Fue doloroso verlos juntos, pero mas sabiendo que Carla sabia lo que yo sentía por el y después el juro y perjuro que no pasaba nada entre ellos pero no me molestaba tanto por el, si no por ella, era mi mejor amiga, y las amigas no se hacen esas cosas...
Llevo todo este tiempo sin hablarle, pero no quiero parecer rencorosa... Pero debería buscarme una buena manera de joderlo a el... Lo que pasa es que no se si el ya siente algo por mi...
Pero no importaba, el había seguido adelante, pues yo también... Y esta vez no miraría al pasado nunca mas aunque sabía que eso significaría que todo debía cambiar bruscamente...
Pensé que en ese momento lo que mas me convenía era irme de compras, y así hice. No estaba bien hacer las cosas con la mente caliente, la venganza se sirve mejor en frío. Después de horas dando vueltas, probándome ropa y sin saber que hacer fui a para a oisho, entonces todo cuadró, sabía la mejor forma de hacer que Marcos desapareciera completamente de mi vida, entregándome a Matt al completo, y solo había una forma de hacerlo. Tenia algo que comprar en la tienda con ropa interior mas sexy de toda la ciudad. A por cierto... También tenia que comprarme una gabardina larga... Mi plan para olvidarle, sería perfecto igual que en las películas antiguas, aunque olvide que en las películas nada sale nunca bien.
Me compre el oisho unas ligas negras, un tanga negro de transparencias y un sujetador a juego. Me compré una gabardina roja por la rodilla, unos tacones de mustang, de esos de punta redonda, tacón fino y de charol tan bonitos y salí directa a casa de Matt, que a estas horas solía estar solo...
Esta vez nadie me obligaba a serle “fiel” y yo estaba con libertad de hacer lo que me daba la gana...
Solo llevaba puesto lo que me había comprado hoy, nada mas... Me dirigí apresurada a casa de Matt, el me abrió la puerta sorprendido, y a la vez, ilusionado.
-Chiara ¿Que haces aquí? Pasa pasa.
-Pues, he querido darte una sorpresa... ¿Estas solo?
-Si claro... ¿Por?-Entre en su casa de parquet y disfruté haciendo resonar mis tacones.
-Mmm... ¿Por cuanto tiempo?
-Pues... unas dos horas... ¿Y ese interés?
-Te acuerdas que una vez me preguntaste algo... ¿Y te dije que no estaba preparada?
-Chiara ¿a que viene eso ahora?
-Pues a que ya si lo estoy, estoy preparada para ti, creo que es el momento-susurre, acto seguido cerré la puerta con una leve patada y le bese.
-Chiara ¿Que te pasa?
-He decidido dar un paso mas en nuestra relación, yo te quiero y... te necesito...
El me miro perplejo, y un momento después me beso de nuevo con una furia jamás imaginada... Nunca pensé que sus besos me pudiesen gustar mas que los de Marcos, pero este beso fue mucho mas especial que los de Marcos. Pero no se si fue por el odio que sentía hacia Marcos y si era por la pasión recluida que tenía Matt.
El me quito la gabardina y me vio semi desnuda. No voy a contar lo que sucedió a continuación. Eso quedará entre Matt y yo.
Volví a mi casa a las dos horas, con una sonrisa tonta en la cara y el pelo revuelto. Entré en casa canturreando una canción y yo ni siquiera era consciente de ello.
Marcos me miraba extrañado desde el fondo del pasillo.
-¿Se puede saber que te hace tan feliz? Creí que estabas enfadada con el mundo.
-El mundo no gira alrededor de ti y de tu querida amiguita Carla, Marcos, tengo cosas mas importantes que hacer que preocuparme por lo que le harás a ella...
-Entonces, tus preocupaciones de que son ¿de Matt?
-Básicamente...-respondí indiferente y con la cabeza tan alta que ni siquiera lo vi acercarse y quitarme la gabardina de un tirón.
-Así que esto es a lo que te dedicas ¿Eh? Por favor... creí que eras mas decente Chiara, ¡ir a el por celos!-respondió al borde de un ataque de nervios
-¡Perdona! ¡Celos! Eres tu el que esta formando esto con algo que ni siquiera te incumbe-dije arrastrando las palabras y haciéndoselas tragar una a una.-Adiós Marcos.
Me abroche la gabardina y salí de nuevo a la calle con la cabeza alta y el ánimo por los suelos...
No sabía a donde dirigirme, las lágrimas corrían por mis mejillas mis tacones resonaban fuerte por la acera, pero esta vez no me gustaba, me hacía sentirme sola, indefensa y vacía... Pensé en ir con Matt, pero el no sabia nada de nada, también pensé en ir con Carla, pero no después de lo que me había echo... Y mi última opción era mi argentino que por cierto, se llama Jonh.
Me dirigí a su casa, en principio no pensé en mi ropa, algo llamativa. Pero bueno, eso ahora no importaba... Solo necesitaba a alguien que me abrazase...
Llame a su puerta tres veces, hice una series de ruiditos impacientes con mi tacón izquierdo y me dispuse a contar segundos para relajarme... uno... dos... tres... cuatro... y justo al llegar a quince el abrió la puerta, tenía el pelo mojado y vestía un chándal verde a juego con sus ojos.
-Chiara ¿Que os paso?-dijo con su gracioso acento que tanto me gustaba.
-Jonh... Lo siento, no debería haber venido solo que... eres la única persona que sabe todo lo que he pasado todos estos meses y... necesitaba desahogarme...
-Tranquila Chiara... Todo pasó...-Me abrazo fuerte y me metió en su casa de olor a axe y a todo tipo de fragancias masculinas.-¿Que os pasó?
Me senté con el, me fue a preparar un té y mientras esperaba me senté en su sofá de tela roja olía a tabaco y a menta, me recordaba a el olor de la ropa de mi abuelo.
Me tumbe y me acurruque esperando a que todo esto pasara, que el tiempo se parase y yo desapareciese...
El se acerco sin hacer ruido y me beso la frente.
-¿me vas a contar ya lo que te ha pasado?
-Es vergonzoso...
-Nunca te juzgare Chiara... Me importas demasiado...
Le hice una seña para que se sentara a mi lado y apoye mi cabeza sobre sus piernas, respire profundo un par de veces y le conté todo lo sucedido.
-Pero... Entonces... ¿No te a dado tiempo de cambiarte?-musitó divertido.
-No-susurre avergonzada por no haberme acordado de ese “pequeño” detalle.
El sonrió y me susurro en el oído.
-Espera un segundo princesa.
Y en menos de cinco minutos me había traído una camiseta suya limpia, me la puse y como era tan larga no se me veía nada y por fin podía quitarme esa odiosa gabardina.
-Estas preciosa...-se levanto rápidamente y cogió su bloc de dibujo, me tumbo en el sofá y se sentó en el suelo enfrente mía-te voy a dibujar, no te muevas...
Me quede quieta al instante, tampoco sabia que hacer de todas formas, así que hice caso. No me di cuenta hasta un rato después, pero cada vez que se acercaba para cambiarme de postura se acercaba mas a mis labios, y la sexta vez que se acerco se quedo quieto a apenas a unos cinco centímetros de mis labios.
-Chiara, sabes...-se quedo atrancado, como si no pudiese hablar-¿sabes que te amo...?-Me quede petrificada pero el susurro al instante-tranquila, te amo y por eso no quiero hacerte daño... Nunca te haré algo que tu no quieras, se que estas pasando por un momento difícil... Y nunca me perdonaría hacerte daño... También se que algún día entenderás la forma en que te amo... Tan fuerte, que no se podría explicar, aunque también siento reconocer que ese amor no sera para mi... Si no para otro, pero yo seré feliz viéndote feliz.
Acto seguido se calló, y me siguió dibujando, no quise hablar, tenía miedo... Miedo al no saber que era peor, si callarme y no decir nada al argentino al que yo tanto amaba, o decirle que no podía estar con el por razones que no eran nuestras edades distintas, sino que yo estaba enamorada de dos mas... No podía caer en el tercero... Por ahora no sería aun más confuso. Pero lo peor es que yo también le amaba. Y si alguien dice que un solo corazón solo pertenece a una persona se equivoca porque el mio pertenece a tres.
-Jonh, creo que yo también te quiero, pero no puedo permitirme dividir mi corazón en otra parte. Sería demasiado doloroso, además, tu te mereces alguien mejor que yo, alguien que pueda entregarse a ti por completo y si excepciones, y esa persona no soy yo. Lo siento.
El simplemente me beso en la frente y me abrazó, no quería nada más de mi.
Y se lo agradeceré eternamente.



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