Chiarianos.

viernes, 7 de enero de 2011

¡Sorpresa sorpresa!

Llevaba dos horas hablando con ella por teléfono, ahora ella era mi mayor confidente y le contaba todo lo que me pasaba día a día...
Me dijo que tenía una sorpresa para mi... Estaba realmente intrigada... No sabía que podía ser...
-Carla que dices eso es fantástico-dije gritando loca de alegría por la habitación.
-¡Claro que si! Por supuesto, será genial. Podremos compartir todo... ¡Como hermanas!-La voz del teléfono estaba casi igual de entusiasmada que yo, y me encantaba la idea que esta proponía...
-Pero... ¿Cuando empieza la beca?
-¿Dentro de dos semanas? ¿Estarás de broma no? ¿Sabes la cantidad de cosas que tengo que prepararte? ¡Oh va a ser genial!
-No, mi madre no lo sabe... Pero te adora... Va a ser fácil convencerla... Tu déjamelo a mi...
-Te llamo cuando se lo diga ¡Te quiero!
La línea se corto y yo me dedique a saltar y ha gritar como una posesa, rebosante de felicidad los siguientes 3 minutos.
Después salí corriendo hacía el taller de mi madre tirando todo lo que me encontraba a mi paso, incluido a Marcos.
-Mamá, mamá te tengo que contar una cosa... Buah te vas a quedar ¡flipada!
-Chia cari, ¿De que hablas?
-Mamá ¡a Carla le han dado una beca para estudiar en Barcelona!
-¿Que? ¡Chia eso es fantástico!
-¿Y a que no sabes lo mejor?-dije sonriente.
-¿El que pequeña?
-Que viene a estudiar a nuestro instituto.
-Y entonces... ¿Se tendrán que mudar sus padres?-A mamá le caía muy bien Carla, pero cuando se trataba de su madre... Eran como agua y aceite, justo al contrario que nosotras...
-Ese es el problema... Que su padre no puede dejar la granja... Y su madre no puede dejarlo solo... Así que... Se preguntaba si...-me costaba mucho decir esto... Pero era importante, además ella era mi mejor amiga, mamá tenia que aceptar-Se podía quedar en casa este curso...
-Chia...-dijo recopilando información-Chia, queda un trimestre entero... No es como si me pides que se quede a dormir un fin de semana... Son tres meses... No se si...
-Por favor madre, sabes que me ha costado mucho adaptarme, me he cambiado mas de 5 veces a casas distintas, y siempre e vuelto a la granja, y nunca te he pedido ni un favor, ¿no podrías concederme este? Solo por esta vez además creo que me lo merezco ¿No?
Fueron los peores cinco minutos de mi existencia, supongo que mas que pensar en que estaba mal que acogiese a Carla en casa... Pensaría en como odiaba a su madre. Pero al final, acepto a regañadientes.
-Gracias mamá eres la mejor-Y con un suave beso en la mejilla me despedí preparada para reorganizar el atestado cuarto.
Y acto seguido salí corriendo hacía mi habitación, ahora tenía la mejor escusa de todas para cortar con Marcos, Carla estaría en casa, y fuera también estaría conmigo. Y eso significaba nada de besos... O... cosas de esas... Aunque sinceramente, sabría que por mucho que me lo propusiera no lo conseguiría, nunca.
Le hice sitio en la habitación, en el armario, e incluso le puse una cama individual en una esquina.
Marcos no entendía lo que estaba pasando... Pero ya lo entendería cuando llegase la hora... O eso era lo que yo quería... Tenía que hablar con el... Explicarle todo, y decirle, que ella sabe todo...
Pero no sería fácil, porque antes de que me diese cuenta y estuviésemos solos.. Se me lanzaría al cuello como un león hambriento...
Y eso no era nada que en este momento debiera hacer, debería hacer nuestra separación mas gradual, pero eso no sería posible... No ahora, pues ya era demasiado tarde...
Me fui a la ducha decidida, pues ya nada me iba a impedir volver a ser la chica de antes.
Me pase una hora en la ducha cantando y bailando, esperanzada, pues mi vida podía empezar a ser normal desde este momento...
Eso significaba que gran parte de la antigua Chiara iba a volver... La verdad, es que a veces la hecho mucho de menos...
Salí de la ducha con una toalla azul que cubría lo justo necesario y mi pelo chorreaba suelto en mi espalda, entre en la habitación, Marcos me esperaba allí, sentado.
-¿Que te pasaba antes?
-Tengo que hablar contigo Marcos, es serio.
-Dime cari, ¿Que te pasa?-su cara reflejo una preocupación mayor que cualquier cosa, me sentó a su lado y me cogió de la mano-¿Te a echo algo Matt?
-No, no es el... Una amiga de el pueblo va a venir a pasar el último trimestre a casa... Osea... que va a vivir aquí... Y va a estar conmigo siempre...
-¿Y...?-no lo entendía...
-Que no nos podremos seguir viendo... No mientras ella este, se sentiria extraña, y no podemos meterla en nuestra farsa.
-¿Qué? ¿¡Que dices Chiara!? No puedes hacer esto...
-Si que puedo, es lo que debemos hacer... No podemos seguir con esta farsa mucho mas... Todo el mundo se enterara y eso no nos conviene a ninguno de los dos... Lo hago por nuestro bien... Antes de que esto llegué mas lejos de lo que ha llegado...
-Pero Chiara... Yo... Te amo...-esas palabras me partieron el corazón, deseaba decirle que yo también... Pero debía se fuerte en este momento... Nuestra historia era imposible, y ahora que tenía la oportunidad... No lo iba a echar a perder...
-Sabes que lo nuestro es imposible... No lo fuerces...-Sentí mis lagrimas apunto de caer pero resistí un poco mas-Además lo nuestro no podría salir bien ¿Que estaríamos ahora y después que? ¿Seremos hermanos y ex-novios? ¿Nos casaremos?-Me reí intentando fingir que eso no era lo que yo quería- Mira mejor cortar por lo sano antes de que sea demasiado tarde.
Salí precipitadamente de la habitación, y por fin, deje a mis lagrimas tomarse la libertad y salir... Y sabía perfectamente que ahora mismo el también estaría llorando... Pero nunca lo reconocería..-Te amo-susurre... y en ese instante me deje llevar por la melancolía y llore y llore sin poder parar por el amor... Por lo prohibido y sobre todo... Por el...
Lo escuche llorar esa noche... justo en la cama de encima mía... Y se que el también me escucho llorar, pero no se atrevió a decirme nada... Sentía unas ganas horribles de subir esos siete peldaños que me separaban de el... Y acurrucarme en su pecho y que me dijera que no pasaba nada, que lo entendía y que me amaba por encima de todo, pero no era lo correcto... Aunque hacer lo correcto me estaba destrozando el corazón...
Me levanté de la cama, y lo miré, subi un peldaño, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete. Me metí en su cama y le abrace. Le quería demasiado para verle sufrir. El me miro, me acarició el rostro y me hundio en su cálido pecho. No se si esa noche dormi o solo llore, simplemente estuve metida en una especie de burbuja a 10.000.000m de altura.
Al día siguiente fingí una gripe, pues quería poder llorar a solas y sin nadie a mi alrededor, y tenía los ojos tan rojos que mi madre lo asoció a que estaba muy enferma...
Esa mañana me la pasé enfrente de la tele, con una gran tarrina de helado de tres chocolates y las lágrimas por mis mejillas mientras veía una maratón de películas tristes en el bonito sofá de la habitación...
No se lo que el le diría a todo el mundo sobre mi ausencia en clase, solo se que el estaría fingiendo mucho mejor que yo y que el no estaría llorando y deprimido. O por lo menos eso decía... Estaría con su novia...
Ojala se muriese-pensé.
Los días pasaron... Pero lamento decir que mi dolor no se desvaneció, Matt me veía extraña y yo no sabia explicarle lo que me ocurría...
Carla estaba apunto de llegar a Barcelona, y ya todo estaba listo para recibirla... Su cama estaba echa, había hecho un gran hueco en mi armario para su ropa y otro hueco en mi estante del baño para su maquillaje y esas cosas...
Faltaban dos horas para que aterrizase su avión y estaba sinceramente bastante nerviosa...
Me monte en el coche con mi madre, mi “padre”, y... mi hermano....
El me miraba con ojos llenos de ira, tristeza y temor y... a la vez sus ojos estaban rojos a causa de unas lágrimas que el no reconocía como suyas...
Tardamos media hora en llegar al ajetreado aeropuerto, una media hora de silencios incómodos y música de los cuarenta principales que solo servia para rellenar el silencio que, de una manera u otra significaba que algo iba mal a parte de mi vida sentimental...
Mi madre lo notaba, sabía que lo notaba.
Cuando llegamos al aeropuerto me di prisa en separarme de mi familia rota para reencontrarme con mi gran amiga y intentar dejar atrás dolorosos recuerdos...
La vi, estaba cogiendo sus maletas de la cinta del equipaje.
Llevaba una falda vaquera casi tan corta como la mía y una camiseta normal y corriente... No iba especialmente llamativa... Pero algo había cabiado en ella estaba muy maquillada, y observaba a la gente con aire de superioridad.
Me acerque a ella corriendo y la abrace intuitivamente.
-¡Oh Carla! ¡Cuanto te he echado de menos!
-¡Chiara! Y yo a ti a sido un suicidio... Te e echado tanto de menos...
-Tía... te tengo que contar tantísimas cosas... Te tengo que presentar a mi novio, y a mis amigas... ¡Y a todo el mundo! ¡Tengo muchísimo trabajo! Tengo que convertir en una popular como yo, les e informado a todos de tu llegada y están deseando conocerte... Ven te ayudo con las maletas-ella se rió por mi prisa en enseñarle todo y yo cogí gran parte de sus maletas y las llevé a rastras al coche donde la familia nos esperaba en silencio, como siempre...
-Familia, esta es Carla. Carla estos son mi madre Diana, mi padre Dan y... mi hermano Marcos-me dolió decir su nombre tanto como una patada en el estomago, no había dicho su nombre desde nuestra despedida. Y decir su nombre en voz alta me provoco mas del dolor acostumbrado.
-Encantada-dijo Carla al adivinar en lo que estaba pensando... Nosotras siempre que hablábamos de el lo denominábamos X.
-Marcos ayudale con las maletas-soltó Dan de repente.
-Claro padre...-el me miro con cara de pocos amigos y se dispuso a guardar las maletas en el maletero. Su mano paso rozando la mia y fue un dolor apenas descrito, que abrasaba.
El viaje de vuelta a casa fue igual de silencioso que el de ida, pero ahora ni siquiera había una radio que amortiguase el silencio...
Supongo que tardare mucho en acostumbrarme en estar sin Marcos... Pero sigo pensando que esta es la mejor opción para todos...
Carla mantenía la miraba fija en Marcos como si fuera una gata en celo... Un pensamiento estúpido... ¿No creéis?

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