Chiarianos.

domingo, 4 de abril de 2010

Todo cambia.

Esta última semana ha sido maravillosa, algo extraña quizás y totalmente alejada de mis principios. Pero maravillosa de una forma u otra.
Le dije a Matt que si, que quería estar con el, y la verdad es que ahora me gusta mucho, es muy dulce y romántico. Pero Marcos es como una explosión de sensaciones, cuando estoy con el pierdo la noción del tiempo y de lo que hago…
Realmente los dos son espectaculares, aunque se que a Marcos no le gusta verme con Matt y a Matt le encanta que Marcos nos vea. Es como si supiera que Marcos y yo estamos juntos en secreto y quisiera refregarselo. Y siempre que esta delante suele meterme mano y esas cosas… Si el supiese lo que me hace Marcos cuando estamos en casa…
Pero esta tarde volvían mis padres… Y eso significaba que íbamos a tener que ser muchísimo mas cuidadosos con nuestras hormonas…
Estaba pensando en irme una semana con mi abuelo, lo echaba mucho de menos, y necesitaba tiempo para pensar alejada de mi estúpida realidad tan extraña a veces, pero tendría que ser en dos semanas pues mi cumpleaños estaba cerca y supuse que tendría que hacer una gran fiesta.
Mi madre llegó a casa sobre las seis de la tarde y le conté muy superficialmente lo que había hecho esta semana... Le conté que estaba saliendo con Matt y me dijo que tuviese mucho cuidado por si quería acostarse conmigo... que los niños de estas edades ya se saben...
Y yo me morí de vergüenza, por que no solo había perdido mi virginidad y si no encima con mi hermano...
Le conté mis planes de la semana sabática en la granja y estuvo encantada, ya que ella sabía que mi abuelo había pasado mas tiempo conmigo que ella misma... Así que tampoco podía pedirme que de repente me separase de el... No sería lógico...
Decidimos que me iría dentro des dos viernes por la noche y volvería el domingo noche pues no podía perderme clases. Una cosa que me pareció lógica. Por fin se estaba comportando como una verdadera madre...
Esta tarde había quedado con Matt, y estaba muy nerviosa... Aunque no entendía el por que. Por que a estas alturas...
Me puse un conjunto sacado de mi ropa nueva (bueno mas bien todo lo que tenía ahora era nuevo y de última generación...) eran unos leguins de montar a caballo de talle alto, con una blusa a media maga beige, una botas altas marrones y una americana marrón también. Me maquille un poco y salí a la calle con mi bolso de estos grandes que se llevan ahora en marrón de Bulberry. (Si, me estoy convirtiendo en una pija... De verdad necesito ir a la granja a despejarme un poco...)
El estaba allí, apoyado en una fuente, con su pelo al viento y sus raiban mientras miraba la Blackberry...
Parecía un modelo... y yo no podía hacer otra cosa que mentirle sobre todo... Yo quería hacerle feliz... y sabía que la mejor manera era serle fiel... pero dios soy humana y mi hermanastro el pibón que duerme debajo mía me desea de una forma que nadie podría soportar.
Ya me gustaría a mí dejar a todos los niños del mundo... Y que los problemas los tuviesen otras...
Pero que se la a hacer... la vida es dura, complicada y dolorosa... No tiene sentido negarlo...
-Chia-dijo el sonriente mientras me besaba-¿por que no fuisteis tu hermano y tu ayer al instituto?
-Estaba con fiebre y... no me podía dejar sola-invente, si habíamos estado dale que te pego todo el día...No hace falta entrar en los detalles morbosos del asunto...
-Ams. Estoy planeando algo para tu cumple, pero solo te puedo decir una cosa, te tendras que arreglar, ponerte lo que yo te diga y después iremos a un sitio. Lo tengo todo planeado y no admito ninguna escusa.-dijo el sin tragarse ni una sola palabra de mi enfermedad pero intentando alejar el tema al máximo.
-¿En serio me vas a hacer algo especial por mi cumple?
-Claro que si ¿Eres mi novia no? No te iba a dejar sin cumpleaños.
-Que ilusión, bueno si no me vas a decir de que se trata... Dime, ¿Qué hicisteis ayer en clase?-Dije en un intento de alejar la conversación de mi cumpleaños.
Pero no lo conseguí… El me acompaño a mi casa y no hacía más que hablar de m cumpleaños al final consiguió que fuese muy incomodo y cuando me quede sola casi lloro de alegría… Saque las llaves de mi bolso y abrí la puerta con una velocidad casi sobrehumana le bese y subí las escaleras…
Y… ¿a que no sabéis lo que me encontré en el rellano de mi casa? Pues… adivinad, adivinad… Empieza por Mar se junta con un poco de zorra-amiga mía y se termina con una pizca de liarse en el portal ¿Qué es?
Marcos con mi querida amiga Ángela dándose besitos debajo de mi casa… ¿Creo que eso debería sentarme mal no?
-Eh… creo que aquí estorbo ¿verdad hermanito?
-Chiara-dijo reaccionando y apartando a ang de encima suya.
-Hola Chia-dijo la putilla entrometiéndose… Cuando se va a enterar de que Marcos es solo mío…
-Hola… A los dos… Bueno creo que aquí sobro… Mañana te veo Ang…
Y me metí en mi casa, roja de furia y con el ánimo por los suelos… ¿como podía hacerme esto? Sin consultar… ¡nada! Yo le dije lo de Matt… Y el estuvo de acuerdo… No fue algo con mala intención… Es que… me mataba que no me hubiese dicho nada… Ni un solo… Me voy a liar con Ángela ¿Te importa? ¿Que clase de “amor” entre hermanos era este haber?
El entro justo después que yo… Supongo que eso significaba que yo le gustaba más ¿No?
-¿Qué te lo as pasado bien con tu amiguita no?
-Chia no es lo que parece…
-Entonces… ¿Qué es? ¿Una ilusión óptica? ¡Dios que seré de pueblo pero no tonta! Además creo que e demostrado que no soy tan paleta ¿No?
-Chiara tranquila vamos al cuarto y hablamos con tranquilidad ¿Vale? Relájate… Que aquí nos puede escuchar cualquiera.
-Estoy tranquila-dije apunto de explotar.
-Vamos-me agarro de la muñeca y tiro de mí.
-¡No me toques!-dije entrando en nuestro cuarto y sentándome en mi cama. El se sentó al lado mío.
-Amor mira… Yo nunca he estado solo… Siempre e tenido algún rollo o algo por el estilo… Y ya la gente estaba empezando a sospechar… Y esta tarde cuando estaba con los chicos tus amigas las tontas se me han lanzado al cuello y e tenido que ir a por una… ¿No lo entiendes? No podía hacer como que no me molaban… Hace demasiado tiempo que no estoy con ninguna… Estarían pensando que soy gay o algo por el estilo… Y no es que tenga algo en contra de los gays pero… Es que yo no soy gay. Que yo sepa eso ¿tu lo sabes muy bien no?
-Pero podrías habérmelo dicho ¿No? Un mensaje aunque sea… ¿Crees que me gustara aguantar a Ang mañana diciendo lo mucho que le gustas? Y yo me tendré que callar como una puta.
-Cariño-respondió abrazándome-que querías que le dijese ¿Espera que voy a ver si mi hermana me deja liarme contigo? Por favor Chia… A mi también me cuesta verte con Matt pero me aguanto…
-De acuerdo… Entonces que ¿Fingiremos que estamos con otros? Yo puedo ponerle los cuernos a Matt ¿Pero tu a ang también?
-¿Por ti? Por supuesto… ¿Aun no te as enterado que te amo?
Mire para el suelo y sonreí… Le mire a los ojos directamente a los ojos… Me acerque a su cara lentamente y lo abrace…
-¿Enserio me quieres?
-Mas que a nada y a nadie-me abrazo fuerte y me beso en la cabeza.
-Te quiero… Me encantaría no tenerme que ocultar de la gente… Y besarte en público y cuando me plazca…
-Y yo… te quiero demasiado… Tenemos que conseguir que nuestros padres de divorcien…
-Pero ellos son felices… Acaban de volver de la luna de miel…
-Lo se pero… Seria más fácil ¿no?
-Para nosotros pero para ellos no… ¿Qué van a pensar de que sus hijos y sus hijastros salgan juntos? Además si se divorcian seguro que vuelvo a la granja…
-Cierto… ¿Entonces?
-No se pueden separar… Es lo más fácil…
-Pero eso es renunciar a ti para siempre…
-Lo se… Pero es lo correcto… Entiéndelo… por ahora nos podemos ocultar… pero dentro de unos meses será imposible… todo terminara… Y acabaremos mucho peor que si acabamos ahora…
-Entonces… ¿Lo vamos a dejar?
-Si…-me separe de el con lagrimas en los ojos-nunca olvides que te quiero…
Me cogió de las manos y me beso una de ellas…
-Entonces… ¿Adiós?
-Si, para siempre…
Me levante de la cama y me aleje llorando al baño y me senté en el suelo de este y llore… Llore como una niña pequeña… Aunque al fin y al cabo… Eso es lo que era solo tenía catorce años…

No llegamos a dejarlo del todo, éramos incapaces de separarnos completamente, nuestros padres nos dejaban solos continuamente, y no aguantábamos separados. Además, se que el sabía que no podíamos estar separados y llevaba continuamente un condón en su cartera y eso no ayudaba para nada.
Se fue acercando el día de mi cumpleaños e inminentemente el día del regalo sorpresa de Matt.


La boda.

Nos esperaba una limusina en la puerta de casa, el me abrió la puerta y me senté en uno de los sofás de cuero.
Nosotros teníamos que recoger a las damas de honor.
El coche arrancó y Marcos y yo no nos hablamos aunque si nos echamos un par de mirabas indiscretas. Las damas fueron entrando, a la mayoría no las conocía de nada eran cinco: Danielle, Ginna, Janette, Clau y Monic. O por lo menos así le gustaban que las llamasen... aun que sus nombres eran bastante menos “chick”.
El murmullo incesante de estas era relajante, aunque un poco siniestro porque parecía que en cualquier momento iban a empezar a conspirar contra alguien. Yo me mantuve alejada de la conversación al igual que Marcos.
Al rato escuche una música, que reconocí como el tono para mensajes de mi móvil. Lo cogí rápidamente y leí un mensaje de un número no reconocido ponía:
Estas niñatas no se callan nunca… Te echo de menos… Quiero estar a solas contigo y solo contigo. (LL)
Cuando lo leí se me ilumino la cara y escribí rápidamente.
Yo también… Después de la ceremonia en los jardines? ;) (LL)
El leyó, me miro y asintió con una sonrisa picara en la cara.
La ceremonia fue un autentico tostón, o eso me parecía a mi ya que solo podía pensar en Marcos, en lo que había sucedido y en lo que venia después. Pero Matt se sentó a mi lado, y esto impidió que pensara con claridad ya que a veces me miraba con una cara que aunque yo no lo supiera significaba que algo grande estaba por llegar.
La verdad es que era un chico muy guapo, ¿más que Marcos? Hay no puedo opinar yo, pues aunque Matt sea Matt, Marcos siempre será mi Marcos.
Tenía el pelo con flequillo al lado y de color caramelo, sus ojos eran verdes y su piel tostada, con una nariz más respingona de lo habitual..
Era algo mas bajo que Marcos pero mas musculoso.
Aunque aun así era bastante más alto que yo…
Cuando Marcos nos vio sentados juntos vino rápidamente a mi lado. Cosa que no le hizo a Matt mucha gracia.
Cuando termino (¡por fin!) la tensión del aire se podría haber cortado con un cuchillo. Y Matt se tuvo que ir en busca de su familia.
Salí disimuladamente hacia los jardines de atrás y Marcos espero un poco antes de salir a buscarme.
-¿Nos sigue alguien?-dije en voz de susurro.
-No-me contestó la voz de detrás mía.
-Perfecto-dije mientras me daba la vuelta, me lanzaba a sus brazos y le besaba.
-Mmm-respondió el mientras me besaba-me encanta que me recibas así…
-Pues tendré que hacerlo mas a menudo ¿no hermanito?-dije mientras le besaba la comisura del labio.
-Mmm me gusta mas que me llames amante bandido.
-Amante bandido-dije mientras me reía.
-Espera, escucha-Me quede en silencio y escuche unos pasos.
-Corre escóndete-susurre.
El se fue corriendo por en medio de la espesura del bosque.
-Chiara ¿estas hay?-¡dios es Matt! ¿Que hago?
-Si, estoy aquí Matt, tenía que aclararme las ideas, es a la 4º boda de mi madre que voy es un poco confuso.
El entro en el claro y se puso en el mismo sitio donde segundos antes había estado Marcos.
-Chiara, tengo que hablar contigo… y puede que este no sea el mejor momento pero… es necesario. Y aunque se que estas confundida pero... Tengo que decirlo si no reviento.
-De… De acuerdo.-Respondí algo más confusa.
-Mira, mm no se como explicarme, es algo que en verdad seria mas fácil si lo hiciese pero claro, puede que no quieras que lo haga, cosa que me dolería bastante la verdad…
-Matt no te líes, si tienes que hacer algo hazlo pero no me líes, por que no tengo ni idea de lo que estas hablando y ya estoy bastante confusa porque sinceramente mi día de hoy no ha sido muy normal que se diga Además, ya se que es lo que me vas a decir, Yaralia me hablo de ello, y si ella si quiere estar contigo pero prefería que yo te lo dijera antes.
-¿Eh? Eso no es, yo nunca diría eso, Yaralia no me gusta en absoluto, me gustas tu-y acto seguido se abalanzo sobre mi y me beso. Pero era de una forma distinta a Marcos, Marcos era apasionado, pero Matt, Matt era dulce y cariñoso algo inseguro… pero eso lo hacia mas romántico.
-Te quiero Chiara-me susurro.
Sus palabras me dejaron helada, esto no podía estar sucediendo. No así… yo no podía contarle lo que pasaba entre Marcos y yo, entonces… ¿Qué decirle? ¿Que no podía estar con el por que me acababa de acostar con mi hermano y éramos amantes?
¡Eso es! Éramos amantes… entonces, el no podía enfadarse si yo salía con Matt ¿no? Pero… eso era ser muy puta. Salir con el y acostarme con su mejor amigo alias mi hermano por las noches… No, yo no era así. La otra opción era decir que no quería nada con Matt pero... ¿En serio no quería nada con Matt? Había estado tonteando con el semanas enteras y ahora no se si era por celos o por que de verdad me gusta. No se que hacer.
-Mm Matt apenas nos conocemos…
-¿Y que? Chiara, yo te amo. Quiero estar contigo. Me da igual desde hace cuanto nos conozcamos.
¡Mierda! No podía haber dicho eso… Eso era caer bajo.
-Mm Mira Matt, a mi me gustas. Pero yo aun no estoy segura de lo que siento hacia ti. Y no quiero tomar decisiones precipitadas.
-Pero…
-Mira Matt. Es la 5º vez que mi madre se casa. Pero creo que esta vez es la definitiva, y necesita que le apoye. Después hablamos.
-Pero…-Pero me fui y le deje con la frase a medio acabar.
Fui a mi limusina, con mi hermano montado en la otra esquina e intentaba llamar mi atención. Aunque yo no se la di.
El convite se celebro en un lugar precioso, muy sofisticado. Era un jardín con una fuente redonda en medio y montones de mesas redondas alrededor de esta. Los manteles eran de color celeste. Estaba todo lleno de grandes árboles que cubrían todo el lugar con una sombra magnifica. Había música clásica de fondo. La primavera de Bach creo.
Era un pedazo de Edén a las afueras de Barcelona, aunque este no era verdaderamente mi paraíso. Mi paraíso se situaba en la otra punta de España, en la granja… Ese pensamiento me hizo sentir culpable, no había hablado con mi abuelo desde hacia 5 semanas.
Tengo que ir pronto…
El día pasó sin mas incidentes dignos de nombrar, no volví ha hablar con ninguno. Esa era mi solución aunque sabia que no podía ser la definitiva. Sentía sus miradas clavadas en mi espalda como fríos puñales de hielo.
Cuando termino la fiesta, me fui en el coche de mi “nueva tita” y así me libre de tener que hablar con mi hermano.
Cuando llegué a casa mis padres aún no habían llegado, y el estaba viendo la tele, con sus pantalones de chándal que usaba de pijama y su pecho desnudo.
-Chia-dijo usando mi odioso apodo-ven un segundo, por favor.-Me acerque a el lentamente y me senté a su lado-Dime que he hecho mal… Por favor… Por que yo no entiendo nada, esta mañana estábamos los dos tan felices… Y ahora…
-Matt me ha pedido salir…
-¿Qué? Ese capullo le voy a pegar una paliza…
-Marcos para-dije cogiéndole de la muñeca para que no se levantara-si le haces algo se enterara.
-Pues mejor, que se entere… así sabrá que estas ocupada.
-Pero… no podemos hacer eso…
-¿Entonces que haremos?
-Actuar-dije enfatizando la palabra-Nadie puede saber que estamos juntos, saldré con el. Seremos amantes, pero de los de verdad…
-¿No hay otra opción?
-Creo que no... Bueno, creo que el también me gusta, y se me nota, por dios llevo semanas pelando la pava con el, el lo sabe. ¿Como se sentiría creyendo que todo es una farsa?
-Si yo descubriera que es una falsa acabaría muy mal. ¿Le pondrías los cuernos por mi?
-¿Soportaras verme con otro?
-Si, por que si no tendré que separarme de ti. Y eso es algo a lo que no estoy dispuesto. Antes contigo que sin ti, y sin contigo es sufriendo no importara si las peores torturas tengo que aguantar, por que seré capaz de hacerlo, por ti, por nosotros y sobre todo y ante todo por nuestro amor. Por que nuestro amor será leyenda.
-Pues entonces si-Dije en contra de todos mis principios… Si, este sitio me había cambiado demasiado…
-¿Seremos entonces como Romeo y Julieta?
-Intentaremos no acabar muertos…
-Yo también me suicidaría si no tu no estuvieses a mi lado-dijo el.
-Pero como eso no va a ocurrir no vas a tener que hacer nada-dije abrazándole y rindiendo ante todo acto de valentía por mi parte…-mañana le diré que si aunque eso sea hacer daño a la persona que más me importa y con la que no debo estar por culpa de las leyes que no permiten a dos hermanos estar juntos. Por que a ojos de la ley, somos tan hermanos como unos gemelos identicos…



Cambio radical.

-Bien-dijo el-Aquí algo va mal... O yo me equivocado de baño... Cosa que es imposible o tu te has equivocado...
-O puede que yo sea tu nueva hermana y que ninguno se haya equivocado.
-Buff... esa era la única opción que no quería reconocer prefería pensar que me había vuelto loco o por el estilo. Pero no se lógico que tu seas mi hermanastra... Mi padre me dijo que te llamabas Clara.
-Chiquillo... creí que eras algo más rápido de mente Chiara es Clara en italiano...
-¿En serio?
-Si, ¿y podemos dejar esta conversación para cuando lleve ropa por favor?
-Claro claro- Y salió de aquel baño.
No volví a hablar con el en todo el día siguiente, lo único que hizo fue indicarme el camino al colegio y después se fue sin decirme nada. Aunque me había dado cuenta que me observaba cuando le daba la espalda y más de una vez lo había pillado pero se había hecho el sueco y miraba para otro sitio. Yo me puse el uniforme, que constaba de una falda roja de tablas, una blusa blanca con una rebeca roja, unos calcetines altos blancos con unas bailarinas rojas.
Me recogí el pelo en una larga trenza al lado y salí dispuesta a asistir a mi primer día de clase en un lugar donde solo conocía a mi hermanastro con el que me había liado y con el que prefería no hablar si era posible ya que cada vez que lo miraba me ponía roja.
El camino era corto y simple, solo había que ir todo recto por la calle de la derecha de mi casa y se llegaba al gran colegio de pijos buenorros, a alguno lo había visto en la pista de skate donde había conocido a mi hermano.
Mi clase estaba llena de pijas con faldas como cinturones y tanto escote que parecía que se le iban a salir las tetas, aunque realmente y si alguien les miraba la cara se podían dar cuenta de que eran guapas.
Escuche cuchichear a la gente a mi alrededor decía cosas como parece una estrecha, ¿Esa es la chica nueva? Si la hermana de Marcos!, ¿dios has visto somo viste?, ¿parece una pueblerina tonta?.
Me cabreó bastante que me llamaran pueblerina, nunca se lo había permitido a nadie.
El último cuchicheo que escuche antes de entrar en la clase fue “Esa chica es bastante mona, creo que encajaría en nuestro grupo de elite” “¿Y por que no la cambiamos?” Dijo otra. Pero no me pude enterar de nada mas ya que el profesor entró en la clase y mando callar a todos.
La clase fue lenta y aburrida, no me hicieron presentarme ante nadie(menos mal). Y eso me alegro un poco, aunque no me soluciono nada... La gente seguía mirándome y las cuatro niñas que habían estado diciéndome eso aun más...
Al salir de la clase las cuatro niñas me cogieron desprevenida y a empujones disimulados me metieron en el baño.
-¿Pero que hacéis flipadas?
-Lo de flipada ha dolido... Pero tranquila quedas perdonada... Agradece que eres guapa si no estarías muerta.
-Pero...-Al final consiguieron que me callase a base de ponerme las manos en la boca.
-Silvia la ropa, Lucia el pelo, Ángela el maquillaje yo superviso.-dijo la que había hablado antes, que era la que tenia pinta de llevar la voz cantante.
Todas se pusieron manos a la obra, una se puso a maquillarme, otra a cortarme la ropa y a hacerme dobladillos (bastante chapuceros...) y la ultima a soltarme el pelo y a peinarme según ella como era debido.
Al rato terminaron su “trabajo” y yo aun no había procesado los últimos acontecimientos que al suceder tan rápido ni siquiera había caido en la cuenta, así que no opuse resistencia cuando me movieron y me pusieron delante del espejo de cuerpo entero.
Estaba guapísima, el pelo me caía con gracia sobre los hombros y el maquillaje me resaltaba los ojos y mis pómulos marcados.
-¿Quienes sois?-conseguí decir al fin.
-Nosotras somos la elite del colegio Claret, donde te encuentras en este instante-¿se había denominado elite a ella misma?-y te vamos a convertir en una de nosotras, aunque quizá te falte lo que hay que tener...
-Esto no tiene sentido-dije mientras me intentaba alejar.
-Oh vamos, me vas a decir que no te encanta que la gente no te mire y comente sobre lo guapa y popula que eres. Oh por dios a todo el mundo le encanta la atención.
Me volví a mirar confundida al espejo, la verdad es que estaba guapísima bastante mas sexy y... tenia la autoestima por las nubes. Puede que me pudiera acostumbrar a eso... Al parecer ella se tomo mi silencio por un si.
-Esta tarde nos vamos de shoping, manicura, pedicura, peluquería y masaje. Te recogemos a las seis.
Y se fueron tal y como se habían ido, de repente...
Vale, esto no puede estar pasando... ¿Yo una popular? Bueno... si pruebo no pasara nado ¿no? Total... me iré dentro de un par de meses... y eso lo aguanta cualquiera...
Si, iré con ellas esta tarde. Solo por probar-me dije a mi misma intentando convencerme mientras salia sola de baño con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro.
Una vez fuera todas las miradas volvieron a posarse sobre mi. Y los cuchicheos fueron instantáneos, aunque ahora en vez de criticarme mas bien me halagaban, me echaban piropos y todas esas cosas que siempre salen en las películas americanas.
Escuche algo así... “Joder... Marcos ¿Esa es tu hermanastra? Preséntamela... ¡Ahora!”
Y así es como vi de repente a cuatro chicos acercándose a mi y entre ellos estaba mi hermano con cara de ¿Que hago yo ahora?.
-Chiara, estos son Quino, Enrique y Matt.-Dijo señalándolos respectivamente.
-Hola chicos-dije observándolos con una dulce sonrisilla coqueta.
-Hola-dijo Matt- ¿Quieres que te enseñe el campus?
-Claro Matt-respondí instantáneamente-La verdad me siento un poco perdida-el me cogió por la cintura y me guió por todo el campus paseando. Era un chico agradable, divertido y además muy guapo. Nos pasamos todo el día riendo.
Por la tarde salí con las chicas, Yaralia, era la más una chica bajita de pelo oscuro y rizado pero con unas tetas gigantes que hacían que resaltase entre los demás. Lucia y Silvia eran gemelas, las dos rubias de ojos oscuros y algo tontas aunque bastante monas, Ángela era la que más dinero tenía del grupo y le llegaba el pelo hasta encima del culo, tenia que ser super incomodo aunque precioso.
Pasaron los días y me convertí en la chica mas deseada del Campus. Se me estaban empezando a olvidar aquel dicho que dice “aunque la mona se vista de seda mona se queda”. Aunque según parecía, eso no me afectaba a mí, por que me había adaptado también a la ciudad que hasta mi propia madre estaba asombrada con mis cambios.
Las chicas y yo nos hicimos inseparables, mi relación con Matt cada vez se hacia mas íntima y no había vuelta a mediar palabra con Marcos excepto en momentos claves como la hora de la comida.
La fecha de la boda de mi madre se acercaba inminente y el tiempo pasaba tan rápido que apenas me daba cuenta de lo que sucedía a mi alrededor.
Quedaban dos horas para la boda, y yo aun no estaba lista. Estaba dentro de mi vestidor con la cremallera enredada tan absorta que no me di cuenta de que el irrumpió en la habitación.
-Te ayudo-dijo la voz de Marcos desde la puerta. Me di la vuelta y lo que vi me dejo sorprendida. El estaba allí con sus pantalones de chaqueta, el pelo mojado y sin camisa. Aun tenia los pies descalzos-Bonito vestido.
-Gracias-respondí mientras me agarraba de la cintura.
-Debo reconocer que has cambiado mucho... Antes eras guapa, pero... Ahora... eres preciosa mucho más que cualquiera de esas amigas tuyas. Esas solo son guapas cuando se han echado los tres kilos de maquillaje.
-Si, he cambiado en todo pero soy la misma de siempre más o menos...
-Y yo... también he cambiado mucho desde que estas aquí... y quería decírtelo antes de que fuéramos oficialmente hermanos... Se que esto no esta bien pero... me gustas, mucho... Y no puedo evitarlo, eres perfecta. Incluso tengo celos cuando te veo con Matt y se que es mi mejor amigo pero... Cuando Quino y Enrique se ponen ha hablar de ti... Me supera.
Y en ese mismo instante me beso, pero esta vez no fue como la última vez. Ahora todo había cambiado, yo había cambiado... sus manos se deslizaron suavemente por mi cuerpo y sin saber como el empezó a quitarme el vestido, pare de besarle, le miré y decidi que ya no había vuelta atrás. Y aunque sabíamos que esto no estaba bien... Sucedió.
Si, he perdido la virginidad con el que dentro de unos pocos minutos será mi hermano no me juzguéis...
-No debería haber sucedido esto...
-¿No te gusto?-dijo el con voz preocupada mientras pegaba su cuerpo desnudo al mio.
-Si que me gustas pero... ¡Joder! Somos casi hermanos... Esto no debería pasar...
-Sin embargo... tu quieres que pase ¿no es cierto?
Me calle, si decía las palabras mágicas todo por lo que había luchado estos últimos días se iría a la mierda. Pero lo dije.
-Si lo es... pero es la hora de que nos vistamos y vayamos a la boda de nuestros padres.
-Cierto... entonces... podemos ser amantes.-dijo mientras me besaba.
El me miro y salió de la habitación, había cruzado la línea no había vuelta atrás. A partir de este punto no podría cambiar nada y todo estaría en manos del destino.
Esto no puede suceder mas...pero va a ser casi imposible... Dios dormimos en un mismo cuarto ¡Y hay dos camas de matrimonio! Es imposible no seguir nuestros instintos ¡Es instinto animal no hay más!
Me vestí mientras que le daba vueltas a todo lo sucedido y cuando llegue a la puerta Marcos me esperaba allí. Realmente podía acostumbrarme a que el me esperase con esa sonrisa picarona y el pelo revuelto.
El me dio la mano y salimos corriendo hacia nuestra propia tumba... O en este caso... boda de nuestros padres...

Empezando de cero.




-Chiara tu madre al teléfono-dijo la ama de llaves forzando su voz para hacerse oír entre el ruido de las gallinas revoloteando.
-No me digas que ya está otra vez al teléfono es una pesada-Dije apenada. Realmente no me gustaba mi madre, era tan superficial… Tan… normal… demasiado predecible…
Aunque a mi eso poco me importaba en este momento justo cuando estaba a punto de sufrir un cambio tan radical en mi extraña vida.
Mi madre me había comentado que se iba a volver a casar, cosa no muy extraña en ella pues ya se había casado unas cinco veces. Y siempre me ha tocado a mi irme a vivir con ella y su nueva pareja según ella. Según ella siempre era el mejor hombre que había en toda la tierra patatín patatán. Por suerte sus matrimonios apenas duraban más de 2 meses o como máximo 3.
Así que siempre acababa volviendo a la vieja granja de mi abuelo paterno, que era mi único y verdadero hogar en este mundo, o eso pensaba yo hasta el momento.
Esta vez seria diferente a las veces anteriores donde solo estábamos el desconocido mi madre y yo, el nuevo marido de mi madre (Que no recuerdo su nombre) es viudo y tenia un hijo a su cargo o sea. Que iba a tener un hermanastro. El chico ese tendrá un año o dos más que yo… No lo se con exactitud. Y eso no lo va a hacer todo más fácil nunca se me había dado muy bien la gente en general…
-¡Chia cariño! (si, mi madre me llama Chia y suena a nombre de perra de París Hilton…) -gritó la voz de mi madre por el teléfono.
-Hola mama…-respondí apesadumbrada.
-¿Lista para venir a Barcelona y conocer a tu nuevo papá?-dijo con su voz aguda y penetrante, de esa que a los 2 minutos ya te duele la cabeza…
-Si-dije con un entusiasmo fingido.
-Excelente, te recogeré dentro de… ¿Cuánto te falta para terminar?
-Mm repasar las maletas y esas cosas.
-Perfecto en la puerta de casa en un cuarto de hora-Y la línea se corto de repente dejándome con la palabra cortada…
-Siempre me deja con la palabra en la boca...-refunfuñe mientras colgaba el teléfono y me dirigía al huerto de nuevo, no tenia ninguna intención de repasar las maletas...
Me tire en el suelo y mire hacia el cielo azul lo iba a extrañar tanto... Iba a extrañar todo lo que había allí. Mi aire puro, el huerto, el abuelo y su sonrisa torcida, el olor de galletas de la ama de llaves, Anabel, que era algo así como la madre que nunca había tenido y tanto añoraba. Todo en mi mundo se reducía a eso...
Y mientras que mi mente vagaba sin rumbo fijo pasaron mis 15 minutos de despedida que yo tanto ansiaba alargar.
Tras despedirme de todo lo que iba a dejar a mis espaldas solo me quedaba el triste consuelo de que no pasaría mucho tiempo antes de poder volver, de eso estaba segura. Total, si tenía suerte las peleas empezarían aun antes que la boda
Cogí las maletas de una forma casi robótica y me dirigí hacia la gran puerta, allí me esperaba el gran todo terreno de siempre, con el mismo chófer de siempre. Siempre esperándome para trasladarme hacia mi nuevo “hogar”. Si, os preguntareis por que no viene mi madre tal y como prometió pero… siempre hace lo mismo ella aunque haya dicho explicitamente que va a venir a recogerme está en Barcelona. No le importo lo mas mínimo solo quiere aparentar ser la familia perfecta durante algún tiempo y luego mandarme de nuevo a la granja del abuelo.
Bueno, a estas altura no hará falta decir que soy una chica de pueblo, que hasta hace bien poco no sabía que era una media. O que nunca a sus catorce años de edad se había depilado las ingles. Aunque a pesar de eso se puede decir que soy guapa, tengo el pelo color caoba y me cae hasta la cintura haciendo el mismo efecto que una cascada, tengo la piel tostada de tantísimas horas de sol. Unas pocas pecas sueltas adornaban mis pómulos haciéndolos parecer exóticos. Tengo unos grandes ojos en forma de avellana de color verde musgo. Soy alta y delgada aunque se podría decir coloquial mente que “estoy buena” o por lo menos eso era lo que decían de mí en mis anteriores colegios aunque a mi me parece más bien que soy bastante normalucha comparándome con las demás.
Nunca voy arreglada, siempre llevo mis míticos vaqueros y cualquier camiseta. Mi nombre, aunque sea de procedencia italiano no me hace más italiana, soy española de raíces. Pero mi nombre me lo pusieron italiano para que fuera mas “chik” vaya cosas…
El camino hacia el aeropuerto fue corto y silencioso, y el avión Málaga-Barcelona iba adelantado así que apenas tarde 1 hora y cuarto en embarcar hacer el trayecto y desembarcar. Algo que cualquier otro día se hubiese demorado una media hora.
Al llegar a Barcelona vi a mi madre esperándome. Enganchada al móvil… para variar...
Aunque eso ya no me importaba, estaba acostumbrada. Además eso me daba mas tiempo para prepararme de su charla incesante de como había encontrado al amor de su vida. Me monte de nuevo en el coche de mi madre en dirección a casa del desconocido al que debía llamar papa. (Que por cierto... Sigo sin saber como se llama)
La casa era tipo película inglesa, de esas que dices esa seguro que solo es un montaje, seguro que no existe... Todas las paredes eran de un blanco inmaculado y con grandes cristaleras. Estaba situada en un barrio a las afueras con vistas a una playa desierta. Las habitaciones eran grandes aunque solo había tres.
Perfecto, a si no tendré que compartir habitación con nadie, por lo menos eso era una grata sorpresa ya que me esperaba una casa pequeña compartiendo habitación con un adolescente lleno de granos sucio y desordenado con algo de fobia hacía al agua.
Pero no fue así todo fue justo al revés de lo que pensaba y quería. A mi madre se le había ocurrido poner su estudio en una de las grandes habitaciones y a mi me tocaba compartir la mía con el chico desconocido al que ni siquiera le había visto la cara...
Por lo menos, allí cerca había un parque gigante lleno de árboles y con un skate park en el centro donde poder escabullirme por las tardes.
La habitación del chico con el que tenia que compartir era demasiado bonita, muchísimo más de lo que esperaba era muy amplia, tenia una litera de matrimonio al fondo la cama de arriba con el edredón azul y el de abajo rosa. Un sofá también azul a la derecha con un televisor de pantalla plana (con la wii, xbox, play station 3, etc), dos portátiles (uno negro y otro blanco) dos armarios, un gran tocador lleno de espejos y maquillaje(Ja! ¿Que se creen que soy como mi madre? Que equivocados están) y dos puertas una de ella conducía a un baño con una bañera enorme, y la otra puerta iba a un vestidor, la mitad con ropa de hombre y la otra mitad vacía para mí obviamente.
Me resigne a no seguí viendo los detalles, pues sabia que si los veía me deprimiría... Me cambie rápidamente y me puse una camiseta de manga corta roja, uno vaqueros cagados y unas bambas rojas. Me hice una coleta alta y me dispuse a salir ha investigar mi nueva ciudad. De camino a la calle cogí un mapa y mi bolso rojo (Con el móvil, las llaves, un espejo, pañuelos de papel...)
Las calles eran amplias, bonitas y llenas de árboles y artistas callejeros. Pero muy ruidosas y abarrotadas de gente. Los centros comerciales estaban a rebosar de adolescentes de compras, yo me senté en un banco y me pare a ver mi mapa, después de estudiarlo durante un buen rato mientras me tomaba un café en el Starbucks me dirigí al parque donde estaba el skate park.
Estaba lleno de niños pijos, aunque la verdad muy guapos, no le preste atención a ninguno en especial, bueno si, a uno era guapísimo.
Tenía el pelo negro azabache con el flequillo para el lado y unos ojos azules grisaceos muy intensos. No tendría más de 16 o 17 años. Era alto y según parecía se machacaba en el gimnasio. El me pillo mirándole y me puse rojísima, se acerco a mí mientras me sonreía.
-Hola preciosa ¿Eres nueva por aquí?-dijo con voz demasiado grave para un cuerpo tan juvenil.
-Eh si, me he mudado hoy a una casa cercana-vaya respuesta más estúpida...
-¿Como te llamas?
-Chiara.
-Yo Marcos ¿Quieres que te enseñe la ciudad?-El corazón me latía rápido y mis hormonas parecían que estaban a punto de tener un colapso.
-Eh... Claro-dije rápidamente mientras me alisaba la larga coleta.
El me cogió por la cintura y nos fuimos a pasear por un parque cercano. Hablamos de cosas triviales, sin darles mucha importancia y riéndonos mucho. Y no se como llegamos a este punto solo recuerdo que estábamos hablando de el instituto y de repente me estaba besando. Pero no fue un simple beso en la mejilla de solo amigos. No, fue un beso de verdad de esos en los labios tipo película romántica. Y juro que ha sido el mejor de toda mi existencia.
-Me tengo que ir-dijo al rato-dame tu número y hablamos.
-Claro-respondí mientras se lo apuntaba en una servilleta y le daba un último beso antes de ver como se iba embobada como una niña que le dan el primer beso.
No sabia como se volvía a casa, así que tuve que echar mano a mi preciado mapa y de mi ingenio. Pero al final logre llegar. Y allí mi madre me estaba esperando con cara de “llegas tarde espero que tengas una buena explicación”
Pero no me dijo nada solo “A la ducha y rapidísimo que cenamos en media hora” Y apenas pude mirar a desconocido padre y desconocido hijo viendo la tele distraídamente en el sofá de cuero rojo y ni siquiera se dignaron a mirar a la que proximamente sería su hijastra y hermanastra respectivamente.
Me metí rápidamente en la ducha donde me quede un buen rato tan absorta en el ruido de mi corazón que apenas pude sentir al desconocido hijo observándome a través de la mampara transparente. Viendo mi espalda y piernas desnudas.
-Eh, lo siento no sabía que el baño estaba ocupado-dijo mientras yo, asustada me intentaba tapar con una pequeña toalla.
Lo mire corriendo, esa cara me sonaba, el pelo oscuro, los ojos claros... ¡era Marcos! Ya decía yo que sus rasgos me recordaban a los de alguien ¡Ja! A los del chico que llevaba besando toda la tarde...
-¿Marcos?
-¿Chiara?
-¿Que haces aquí?
-Eso mismo te iba a preguntar yo...
¿Mi hermanastro era el chico con el que me acababa de liar? ¡Dios! Esto parece un culebrón.