Chiarianos.

miércoles, 29 de diciembre de 2010

La antigua vida ya no es tan satisfactoria

Pasaron los días y llegó el maravilloso día en el que tenía que volver a la granja… A mi humilde granja…
Prepare mi gran maleta rosa llena hasta arriba de ropa… Y me metí en el todo-terreno negro de mi madre y el chófer me llevo al aeropuerto, ya no recordaba todo lo que odiaba ese coche y a ese chófer que por hacer algo, nunca hacía nada. Me monte en el avión, me puse los cascos y me dispuse a pensar en todo lo que últimamente me rondaba por la cabeza que no era poco… Pero pensar a veces pensar no es lo más sensato, por que a los 5 minutos estaba llorando, con el rimel corrido manchándome toda la cara…
-¿Te pasa algo?-dijo mi compañero de asiento, un hombre alto que tendría unos 10 años mas que yo.
-La vida es complicada… Y sobro todo cuando también se meten por ahí las hormonas…
-Lo se pequeña… Pero todo pasa… Y al final siempre se consigue ser feliz.
-¿Y como se sabe cuando se es feliz?
-Cuando te acuestas en tu cama y puedes cerrar los ojos y olvidarte de todo, cuando puedes sonreír sin que nadie te lo pida, cuando puedes quedarte 2 horas sin hacer nada a parte de observar la belleza del paisaje… Entonces sabes que eres feliz y mientras, simplemente tienes que hacer lo que te dicte tu corazón, sin importar las consecuencias, por que es tu vida, solo tuya.
No le respondí, simplemente le mire y sonreí. Pero esta vez… Nadie me obligo a hacerlo simplemente, fue un acto reflejo.
Salí del avión pensando en lo que aquel desconocido me había dicho, no podía creer que un hombre, un completo desconocido me hubiese desvelado el saber de mi existencia y puede que de toda la humanidad... Me hizo gracia, supongo que la gente mas inesperada te puede enseñar las cosas mas valiosas... Debería recordarlo para otro momento cuando estuviera a punto de caer como había estado en tantas ocasiones...
En el aeropuerto me esperaba Anabel, había perdido un par de kilitos, el pelo algo más cano y su sonrisa parecía decaída por algo que no sabía.
Me acerque corriendo a ella tirando de mis numerosas maletas y la abrace.
-Oh Anabel... ¡Te he echado tanto de menos!
-Yo también pequeña Chiara... Dios... Has cambiado muchísimo... ¿Y eso que es? ¿No sera maquillaje verdad? ¿Y esa ropa nueva? ¡Pero pequeña que han hecho contigo!-dijo confundida e irritada.-Pero bueno estas guapisima como siempre. ¿Que has echo durante todo este tiempo, tu abuelo y yo estábamos deseando verte?
-Yo tambien os he echado de menos, todo en la ciudad es demasiado extraño para mi.
Ella no se callo en todo el trayecto, cogió mis maletas y se dirigió al coche. La seguí son poner resistencia ya tendría tiempo de separarrme con ella mas adelante.
Me monte en el asiento del copiloto y me puse a darme un repaso a mi impecable maquillaje mientras Anabel conducía hacia la granja, me miro y suspiro...
La granja seguía tal y como la recordaba, aunque nunca me había dado cuenta de lo cutre que quedaban los desconches de pintura en la fachada y de la cantidad de hierbajos... Tenia que solucionar eso... Daba una pinta horrible, aunque no es que fuera muy importante.
Subí a mi habitación cargada con mis numerosas maletas, la habitación estaba peor de lo que recordaba... No pensaba que fuese así... Yo la recordaba mas amplia y luminosa... Y mejor decorada... Aunque quizás eso seria por que antes no pensaba como antes.
Me senté en la cama... Me sentía... ¿Como me sentía? Era un sentimiento confuso... Me sentía perdida en mi propia casa, me sentía abandonada sola... Era como si no encajase aquí... Todo había cambiado, pero no eran las cosas las que habían cambiado si no yo.
Deseche esos pensamientos... Eso al fin y al cabo era imposible... estaba en mi casa... Me puse unos mini shorts blancos, una camiseta de tirantas de estampado marinero y unas romanas altas.
-Abuelo-grite-¿Donde estas?
-¡Chiara!-dijo un anciano desde el taller-estoy aquí mi vida, ven a darme un abrazo.
Me apresure corriendo al taller para verle y abrazarle, pero algo de lo que vi allí me dejo perpleja, habían desaparecido los miles de muñequitos de cuerda antiguos que compraba mi abuelo en los mercadillos, en su lugar estaba todo lleno de papeles, mas bien contratos...
-Abuelo... Que... ¿Que pasa aquí?
-¿Que pasa de que?-respondió abrazándome.
-¿Y los muñecos... y todas nuestras cosas?-me separe de el y espere su respuesta.
Su cara se ensombreció, y los ojos se les pusieron rojizos.
-Los muñecos están guardados en unas cajas e el desván. Arias bien si te los llevases, si los dejas aquí, no sabría que podría pasarles...
No entendía que le pasaba al abuelo, estaba triste y alicaído.
No dije nada y salí del taller, fui directa a la plaza del pequeño pueblecito donde vivía, llamada del salvador, allí todo el mundo me saludo encantado de volver a verme, aunque sabia que después me criticarían a mis espaldas por el gran cambio que había dado... Pase el día hablando con mis queridos vecinos, que eran como mi familia. Mis amigos estaban tal y como los recordaba... Y, después de cotillear sobre todo (O casi todo) con mi gran amiga Carla, una chica de mi edad, el pelo rizado y castaño oscuro con la piel muy tostada, los ojos color caramelo y una gran sonrisa blanca y perfecta.
Le conté quien era mi novio, o que me hicieron a la llegada y todas esas cosas... Ella estaba alucinada... Me dijo que un día escribiría una novela con mi historia... Yo no la creí, dije que mi vida no daba para tanto... ¡Já! que irónica es la vida...
Me dijo que por la noche habría una fiesta, y que mi gran amor de infancia iría. Una sonrisa tonta me ilumino la cara, aunque ya tenia dos novios, el poder verle me hacía ilusión... Aunque sabia que si antes no podía estar con el por lo tímida que era... Ahora no podría estar con el por la cantidad de cuernos que eso suponía...
La fiesta era una fiesta ibicenca en la playa, con hogueras, cuentos de miedo, barbacoa... Etc...
Lo de siempre... Nada del otro mundo... Solo irían los chicos de mi edad y del curso superior... Nada de chiquitines dando vueltas...
Estaba emocionada por la invitación, si no hubiese vuelto de esta manera al pueblo nunca me hubiesen invitado... Antes era mas bien poco popular...
Cuando llegue a casa el abuelo no quiso hablar conmigo, yo no insistí. Me fui a mi cuarto, me duche y me puse un traje blanco de perforado muy corto y un bikini a rayas azul marino. Junto con las romanas altas.
Me maquille un poco, con lo que se dice lo normal y me fui dispuesta a la playa con mi maxi-bolso marrón colgado al hombro.
Todo el mundo me miraba cuando entré en la playa, y rápidamente me di cuenta de que:
A) Mi vestido era demasiado corto.
B) Todas llevaban camisetas raídas blancas y vaqueros.
C) Ninguna llevaba ni una pizca de maquillaje.
Bien, la estaba pintando... Bueno no me importaba... Haría como llevaba haciendo las últimas semanas, disimular. Eso ya se me daba estupendamente.
-Hola chicos-Salude.
-Hola Chiara-dijo Carla mientras me arrastraba a un lugar apartado de la gente.
-¿Que haces?-preguntó-Para que te maquillas estás en la playa.
-¿Como? ¿Que haces tu? ¿Así pretendes ligar con Elliot, tu amor de hace mil? Anda ven a mi casa necesitas un lavado de cara... Un poco de corrector aquí, lápiz, colorete...
-¿Pero que? En que te has transformado Chiara, tu no eres mi mejor amiga. Eres una autentica desconocida... Mi amiga no diría eso... Tu... has cambiado.
-¡Y tanto que he cambiado! No sabes ni la mitad de cosas que he echo desde que me fui a Barcelona... No sabes todo lo que he sufrido allí. No tener con quien hablar... No tener amigos reales... Solo desconocidos a todos lados... Claro que si Carla, por supuesto que he cambiado... Pero a ti eso te da igual ¿No? Solo te importa que yo no resalte mas que tu... ¡Pues no! ¡Estoy harta de todos!-me desahogue con ella, sabía que no debería haberlo hecho... Pero lo hice, le grité y le enseñe mi cara mas oscura oculta durante tantos días...
-Chiara... ¿Y si no has echo eso que has echo? Mira... Que estemos un poco tensas no significa que no me importes-dijo quitando una lágrima de mi mejilla cuando yo ni siquiera la había sentido-Chiara, si necesitas contarme algo sabes que estoy aquí para todo... Que nunca contaré tu secreto...-Acto seguido me abrazo, sonreí y le conté todo, pero esta vez bien...
-¡Guau...! ¿En serio te ha pasado TODO eso?-dijo recalcando la palabra todo...-Ahora si que es para una novela...
-Si, y ojalá no hubiese ocurrido... No sabes lo que están sufriendo todos por mi culpa... Yo ya no pertenezco aquí... tu lo sabes yo lo se.... dentro de poco volveré a Barcelona.... Y no creo que vuelva... Hasta el abuelo esta enfadado conmigo...
-No, eso no es cierto...
-Si que lo es... Además, he cambiado, ya no pertenezco a este sitio. Por mucho que me esfuerce...
-¿De verdad quieres irte?
-No es que quiera, es que tengo que irme...
-Pero... ¿Vendrás a verme?
-Por supuesto Carla... Somos amigas ¿Recuerdas? BFF (Best Friends Forever)
-¡Of course!-me reí con ella, por que en este momento, en la playa con mi mejor amiga era feliz-Por cierto me vas a tener que enseñar a maquillarme ¡pareces una diosa!
-Por supuesto, y tendrás que venirte conmigo de compras, ese look no puedes llevar cuando te lleve a Barcelona...
-¿Vamos a ir a Barcelona? Osea ¿Tu y yo? Que dirán tus amigos... Yo no pinto nada allí la cagare... seguro...
-Si yo no la lié demasiado... Tu tampoco lo aras confía en mi...
-De... De acuerdo... Por cierto, se que le pasa a tu abuelo...
-¿El que?
-Tu madre según parece antes le pasaba una paga para mantenerte, pero como ya no estás con el no se la da y con su pensión no tiene para cuidar ña granja así que... la va a vender y trasladarse a una residencia que es para lo único que tiene.
-¿Qué?-No me lo podía creer, nunca había sabido a cerca de la falta económica de mi abuelo...
La fiesta fue un rotundo éxito, bueno, en Barcelona eso habría sido un aburrimiento de fiesta, pero para el pueblo era lo mejor que había pasado en años...
Al día siguiente, tuve sesión de maquillaje con Carla, fuimos a comprar ropa, a la peluquería etc.
Acabamos agotadas, pero aun así tuvimos tiempo para una sesión fotográfica.
Me dio mucha pena cuando tuve que irme... Pero la madre de Carla me prometió que la llevarían pronto a verme, eso me tranquilizó bastante. Pues sabía que ella nunca me abandonaría. Era la única que sabía mi preciado secreto, a parte de Marcos claro...
Salí del avión sobre las 22:00 y allí estaba Marcos con Matt, los dos esperándome. Mi buen novio y... mi “hermano”...
La verdad... Me gustaba verles allí a los dos... Pero nunca pensé que fuera tan difícil mentir... Sobre todo ahora que Carla sabía mi secreto...
Y poco a poco, paso a paso me fui internando el el odioso mundo del que había huido hacía apenas tres días...

domingo, 26 de diciembre de 2010

Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz.

-Chiara estás ahí-dijo Matt en el pasillo de mi casa cargando unas grandes bolsas.
-¿Matt? ¿Eres tú?
-Si.
-Pasa, estoy en la habitación.
Estaba guapísimo, aun con el uniforme del colegio cargado de bolsas y con los cascos azul eléctrico puestos. Le di un pequeño beso y me senté con el en mi cama donde tantas veces había estado con Matt.
-¿Que has traído que vienes tan cargadísimo?
-Tu primer regalo de cumpleaños, ponte esto esta noche y esperame a las diez en tu portal.
-¿Qué? Dime que me vas a hacer me estoy poniendo nerviosa-Y la verdad es que no mentía, estaba bastante nerviosa al respecto.
-No te voy a decir que es, pero mira lo que te he traído a ver si te gusta.
El me abrió una de las bolsas y sacó un vestido azul, de una manga asta el codo, bastante corto y y una franja curva que iba desde el pecho derecho hasta la parte de la cadera izquierda de color amarillo.
-Es precioso... Te debe haber costado un dineral.
-Que va, si además venía con los zapatos a juego.
Y así era, también me había traído unos tacones super altos de punta redonda color azul.
-Eres el mejor novio del mundo ¿lo sabes?
-Eso dicen- y acto seguido me besó.
Y justo daba la horrible casualidad que Marcos pasaba por ahí. Creo que lo escuche crujir los dientes.
-Bueno, me tengo que ir, te veo a las diez no más tarde. Te amo.
-Yo también.
Y se fue, dejándome en medio de una nube rosa, que estaba como no apunto de explotar como todo en mi vida adolescente.
-¿Qué estabas agustito ehh?
-Bueno, no me puedo quejar, ¿tienes algo que objetar? Te veo un poco celoso ¿Podría ser?
-Bueno, que mi chica se bese con mi mejor amigo no es muy normal que se diga...
-No soy tu chica, soy tu hermanastra, parece que no te entra en la cabeza que aunque quieras nunca podré ser tu chica.
-Pensar eso solo consigue amargarme la existencia. Además, tu siempre serás mi chica, quieras o no quieras.
Tocaron las 10 y llevaba 3 horas arreglándome preparada para pasar mi primer día de quinceañera con el buenazo de mi novio y pensando en el cañón de mi hermano postizo.
Baje las escaleras ilusionada, y allí estaba, subido a su moto con un ramo de flores en una mano y la otra abierta para recibirme.
Lo último que vi antes de abalanzarme a sus brazos fue a Marcos mirándome a través de la ventana pensando en que esa misma noche seguramente su mejor amigo y su hermana se unirían en una noche de pasión uniéndose así de una vez por todas. Y el no podía hacer nada por evitarlo.
Me tapó los ojos con un lindo pañuelo de seda, me montó encima de la moto y arrancó haciendo un profundo rugido. Me agarre a su cintura, disfrutando el viento que desordenaba mi pelo, el calor sofocante que emitía el me quite el pañuelo rojo y en un momento de éxtasis pronuncie su nombre en voz alta, sin equivocaciones, sin posibilidad de cambiar.
-Marcos.
Matt no se entero, nunca sospecharía que estaba pensando en el, y supongo que el propio Marcos tampoco sospecharía que estaba pensando en el.
Nos bajamos en un restaurante, en el centro del centro de Barcelona, y allí el me bajo de la moto, me miro fijamente a los ojos, su mano se posó en el ceñido vestido y rozó mi cuerpo con sus grandes manos desde el cuello hasta las caderas. Y después me beso con sus dulces labios.
-¿Te he dicho alguna vez que te amo?
-Creo... que si, pero de esta forma nunca. Ahora parece más que simple palabrería.
-Nunca fue más que simple palabrería, Chiara, yo siempre te amare, pase lo que pase y si tu no me amaras, a mi me daría igual porque podré vivir con que un día pude besarte y estar cerca tuya, que es lo único que me importa en esta vida. Daría absolutamente todo por estar contigo, y te daría todo lo que tengo y 100 veces más.
Y no supe que responderle, simplemente le hice callar con un simple beso, la única muestra de amor que había estado vigente durante millones de años, la única y verdadera forma de decir te quiero.
Entramos en el restaurante, comimos y bebimos, reímos y besamos. Olvide sobre todo, lo que horas antes me había parecido la peor pesadilla jamás contada.
Después el me volvió a montar en la moto, tenía que llevarme a un sitio. Pero solo hubo una diferencia a la otra vez, esta vez mi mente no pensó en Marcos. Y solo tuvo una cosa en mente Matt.
Me llevo a un chiringuito a pie de playa, hacía un viento cálido y la luna era gigante y daba una preciosa luz que bañaba la arena.
Cuando abrió la puerta del local empezó a sonar a canción de “american idiot” de green day. Y la gente empezó a gritar.
-¡Que pase Chia!, ¡Que pase Chia!
Cuando entré estaban todos mis amigos y conocidos y junto la puerta Marcos. Que me abrazó y me dijo al oido “felicidades preciosa”. Le sonreí y seguí hacia el centro de la sala donde había una cruz en el suelo donde ponía “Lugar de honor”. Y justo cuando pise la cruz se apagó la musica y todos mis amigos empezaron a cantar el mítico cumpleaños feliz que era lo más típico en un cumpleaños. Cuando terminaron me pasaron un micrófono, Matt llegó a mi lado y me dijo al oído.
-Quieren que digas un discursillo.
-¡Pero si no eh preparado nada!
-Demuestra que eres imaginativa e inventate algo.
Carraspeé y empecé mi “discurso”.
-Chicos, en serio, no me esperaba tanto, se que no nos conocemos desde hace demasiado tiempo, pero me siento más unidos a vosotros que a ninguno grupo que haya conocido. Y eso se lo debo a Matt y... a Marcos. Gracias a los dos por estar siempre a mi lado. Os quiero.
Y en ese momento escuche a Quino decir “venga tio besala de una vez” Y el me cogió por la cintura y unió sus labios lentamente con los míos de una forma jamás imaginada.
En la fiesta todo el mundo se lo pasaba bien, yo solo sonreía, porque sabía que si hablaba en cualquier momento se podría romper el mejor momento de mi existencia y con bastante margen.
Cuando me separe de Matt, Marcos se me acercó y me agarró de la muñeca diciéndome que teníamos que hablar. Salimos a la playa y el empezó a correr conmigo de la mano hasta llegar a un estrecho hueco metido en la piedra caliza, miro el reloj y dijo.
-Justo a tiempo, las 00:00, se que no te puedo tener a ti, pero te puedo dar el primer beso que tendrás con quince años, el primer beso que te darán cuando una niña pasa oficialmente a ser mujer.
Y me beso primero el dorso de la mano, después el cuello, y por último los labios.
-Se que el regalo de Matt, ha estado bastante bien, y además ese vestido te queda tan bien que... Bueno, mi regalo puede parecer un poco estúpido, pero es lo mejor que se me ha podido ocurrir regalarle a alguien que posee mi corazón.
El saco de su bolsillo una caja de terciopelo negro. Y la abrió. Dentro había una cadena de plata, con un corazón pequeño de plata colgando. Había una inscripción que ponía
Dan & Marta 9/7/90 Marcos & Chiara
-Se la regalo mi padre a mi madre el día de su compromiso, significaba que su corazón le pertenecía a ella y solo a ella. Por eso quiero que ahora sea tuya, para que sepas que al igual que mi madre tuvo el corazón de mi padre, tu tendrás el mio. No pongo fecha porque sabes que lo nuestro es imposible.
-Es precioso... ¿Me lo pones?
El cogió el antiguo colgante de plata y lo puso en mi cuello.
-Ahora siempre te llevaré conmigo.
Cuando volvimos a la sala, Matt me estaba esperando, me agarró rápidamente y me llevo de nuevo a fuera, pero el no se molestó en llevarme tan lejos. Simplemente se quito los zapatos, la camisa y gritó por el micrófono.
-Ahora mismo, que todo el que este en la sala venga a darse un chapuzón en el mar ¡POR LA CUMPLEAÑERA!
Todos salieron en tropel unos por la pequeña puerta, otros por las ventanas. Parecía que les importaba poco el por donde y todos se fueron desnudando hasta quedarse en ropa interior y tirarse de cabeza al agua. Matt se quito los pantalones y me hizo una seña con la mano para que me acercara a el. Me acerque lentamente y mientras todos se metían en el agua, el me ayudo a quitarme el vestido lentamente miro mi cuerpo apenas cubierto por mi ropa interior negra. Y me metí con el en el agua, bajo la indiscreta miraba de mi hermano, muerto de celos al otro lado de la playa.
-Estas demasiado guapa para ser real, pareces mas bien una diosa. Tengo miedo a tocarte, se que en cualquier momento puedes desaparecer, y ese sería un fallo que nadie en este mundo me perdonaría, tu hermano tampoco lo haría. Por cierto, ¿ha sido el quien te ha regalado ese collar?
-Ehh... si ha sido el ¿Te gusta? Era de su madre, recuerdos familiares. Ha sido muy amable regalármelo a mi. Supongo que quería que estuviésemos más unidos. Tu sabes, a partir de ahora somos hermanos, a veces se me olvida. Lo trato mas como a un amigo, es muy bueno conmigo.
-Si, eh notado que te llevas muy bien con el. Si no supiera que es tu hermano incluso podría llegar a tener celos.
-Que tonto eres, sabes que no. Bueno ¿bailamos? Todo el mundo lo hace.
Y era cierto, todos mis amigos estaban bailando metido en el agua, todos por parejas, muy abrazados los unos a los otros, no me había dado cuenta, pero fuera de mi complicada vida, todo seguía avanzando, y vi a Marcos con Ángela. Y supo que el esta noche no iba a estar bien. Por que le ví una lágrima cayendo por su mejilla. Pero no lo reconocería, el era un chico “duro”


domingo, 4 de abril de 2010

Todo cambia.

Esta última semana ha sido maravillosa, algo extraña quizás y totalmente alejada de mis principios. Pero maravillosa de una forma u otra.
Le dije a Matt que si, que quería estar con el, y la verdad es que ahora me gusta mucho, es muy dulce y romántico. Pero Marcos es como una explosión de sensaciones, cuando estoy con el pierdo la noción del tiempo y de lo que hago…
Realmente los dos son espectaculares, aunque se que a Marcos no le gusta verme con Matt y a Matt le encanta que Marcos nos vea. Es como si supiera que Marcos y yo estamos juntos en secreto y quisiera refregarselo. Y siempre que esta delante suele meterme mano y esas cosas… Si el supiese lo que me hace Marcos cuando estamos en casa…
Pero esta tarde volvían mis padres… Y eso significaba que íbamos a tener que ser muchísimo mas cuidadosos con nuestras hormonas…
Estaba pensando en irme una semana con mi abuelo, lo echaba mucho de menos, y necesitaba tiempo para pensar alejada de mi estúpida realidad tan extraña a veces, pero tendría que ser en dos semanas pues mi cumpleaños estaba cerca y supuse que tendría que hacer una gran fiesta.
Mi madre llegó a casa sobre las seis de la tarde y le conté muy superficialmente lo que había hecho esta semana... Le conté que estaba saliendo con Matt y me dijo que tuviese mucho cuidado por si quería acostarse conmigo... que los niños de estas edades ya se saben...
Y yo me morí de vergüenza, por que no solo había perdido mi virginidad y si no encima con mi hermano...
Le conté mis planes de la semana sabática en la granja y estuvo encantada, ya que ella sabía que mi abuelo había pasado mas tiempo conmigo que ella misma... Así que tampoco podía pedirme que de repente me separase de el... No sería lógico...
Decidimos que me iría dentro des dos viernes por la noche y volvería el domingo noche pues no podía perderme clases. Una cosa que me pareció lógica. Por fin se estaba comportando como una verdadera madre...
Esta tarde había quedado con Matt, y estaba muy nerviosa... Aunque no entendía el por que. Por que a estas alturas...
Me puse un conjunto sacado de mi ropa nueva (bueno mas bien todo lo que tenía ahora era nuevo y de última generación...) eran unos leguins de montar a caballo de talle alto, con una blusa a media maga beige, una botas altas marrones y una americana marrón también. Me maquille un poco y salí a la calle con mi bolso de estos grandes que se llevan ahora en marrón de Bulberry. (Si, me estoy convirtiendo en una pija... De verdad necesito ir a la granja a despejarme un poco...)
El estaba allí, apoyado en una fuente, con su pelo al viento y sus raiban mientras miraba la Blackberry...
Parecía un modelo... y yo no podía hacer otra cosa que mentirle sobre todo... Yo quería hacerle feliz... y sabía que la mejor manera era serle fiel... pero dios soy humana y mi hermanastro el pibón que duerme debajo mía me desea de una forma que nadie podría soportar.
Ya me gustaría a mí dejar a todos los niños del mundo... Y que los problemas los tuviesen otras...
Pero que se la a hacer... la vida es dura, complicada y dolorosa... No tiene sentido negarlo...
-Chia-dijo el sonriente mientras me besaba-¿por que no fuisteis tu hermano y tu ayer al instituto?
-Estaba con fiebre y... no me podía dejar sola-invente, si habíamos estado dale que te pego todo el día...No hace falta entrar en los detalles morbosos del asunto...
-Ams. Estoy planeando algo para tu cumple, pero solo te puedo decir una cosa, te tendras que arreglar, ponerte lo que yo te diga y después iremos a un sitio. Lo tengo todo planeado y no admito ninguna escusa.-dijo el sin tragarse ni una sola palabra de mi enfermedad pero intentando alejar el tema al máximo.
-¿En serio me vas a hacer algo especial por mi cumple?
-Claro que si ¿Eres mi novia no? No te iba a dejar sin cumpleaños.
-Que ilusión, bueno si no me vas a decir de que se trata... Dime, ¿Qué hicisteis ayer en clase?-Dije en un intento de alejar la conversación de mi cumpleaños.
Pero no lo conseguí… El me acompaño a mi casa y no hacía más que hablar de m cumpleaños al final consiguió que fuese muy incomodo y cuando me quede sola casi lloro de alegría… Saque las llaves de mi bolso y abrí la puerta con una velocidad casi sobrehumana le bese y subí las escaleras…
Y… ¿a que no sabéis lo que me encontré en el rellano de mi casa? Pues… adivinad, adivinad… Empieza por Mar se junta con un poco de zorra-amiga mía y se termina con una pizca de liarse en el portal ¿Qué es?
Marcos con mi querida amiga Ángela dándose besitos debajo de mi casa… ¿Creo que eso debería sentarme mal no?
-Eh… creo que aquí estorbo ¿verdad hermanito?
-Chiara-dijo reaccionando y apartando a ang de encima suya.
-Hola Chia-dijo la putilla entrometiéndose… Cuando se va a enterar de que Marcos es solo mío…
-Hola… A los dos… Bueno creo que aquí sobro… Mañana te veo Ang…
Y me metí en mi casa, roja de furia y con el ánimo por los suelos… ¿como podía hacerme esto? Sin consultar… ¡nada! Yo le dije lo de Matt… Y el estuvo de acuerdo… No fue algo con mala intención… Es que… me mataba que no me hubiese dicho nada… Ni un solo… Me voy a liar con Ángela ¿Te importa? ¿Que clase de “amor” entre hermanos era este haber?
El entro justo después que yo… Supongo que eso significaba que yo le gustaba más ¿No?
-¿Qué te lo as pasado bien con tu amiguita no?
-Chia no es lo que parece…
-Entonces… ¿Qué es? ¿Una ilusión óptica? ¡Dios que seré de pueblo pero no tonta! Además creo que e demostrado que no soy tan paleta ¿No?
-Chiara tranquila vamos al cuarto y hablamos con tranquilidad ¿Vale? Relájate… Que aquí nos puede escuchar cualquiera.
-Estoy tranquila-dije apunto de explotar.
-Vamos-me agarro de la muñeca y tiro de mí.
-¡No me toques!-dije entrando en nuestro cuarto y sentándome en mi cama. El se sentó al lado mío.
-Amor mira… Yo nunca he estado solo… Siempre e tenido algún rollo o algo por el estilo… Y ya la gente estaba empezando a sospechar… Y esta tarde cuando estaba con los chicos tus amigas las tontas se me han lanzado al cuello y e tenido que ir a por una… ¿No lo entiendes? No podía hacer como que no me molaban… Hace demasiado tiempo que no estoy con ninguna… Estarían pensando que soy gay o algo por el estilo… Y no es que tenga algo en contra de los gays pero… Es que yo no soy gay. Que yo sepa eso ¿tu lo sabes muy bien no?
-Pero podrías habérmelo dicho ¿No? Un mensaje aunque sea… ¿Crees que me gustara aguantar a Ang mañana diciendo lo mucho que le gustas? Y yo me tendré que callar como una puta.
-Cariño-respondió abrazándome-que querías que le dijese ¿Espera que voy a ver si mi hermana me deja liarme contigo? Por favor Chia… A mi también me cuesta verte con Matt pero me aguanto…
-De acuerdo… Entonces que ¿Fingiremos que estamos con otros? Yo puedo ponerle los cuernos a Matt ¿Pero tu a ang también?
-¿Por ti? Por supuesto… ¿Aun no te as enterado que te amo?
Mire para el suelo y sonreí… Le mire a los ojos directamente a los ojos… Me acerque a su cara lentamente y lo abrace…
-¿Enserio me quieres?
-Mas que a nada y a nadie-me abrazo fuerte y me beso en la cabeza.
-Te quiero… Me encantaría no tenerme que ocultar de la gente… Y besarte en público y cuando me plazca…
-Y yo… te quiero demasiado… Tenemos que conseguir que nuestros padres de divorcien…
-Pero ellos son felices… Acaban de volver de la luna de miel…
-Lo se pero… Seria más fácil ¿no?
-Para nosotros pero para ellos no… ¿Qué van a pensar de que sus hijos y sus hijastros salgan juntos? Además si se divorcian seguro que vuelvo a la granja…
-Cierto… ¿Entonces?
-No se pueden separar… Es lo más fácil…
-Pero eso es renunciar a ti para siempre…
-Lo se… Pero es lo correcto… Entiéndelo… por ahora nos podemos ocultar… pero dentro de unos meses será imposible… todo terminara… Y acabaremos mucho peor que si acabamos ahora…
-Entonces… ¿Lo vamos a dejar?
-Si…-me separe de el con lagrimas en los ojos-nunca olvides que te quiero…
Me cogió de las manos y me beso una de ellas…
-Entonces… ¿Adiós?
-Si, para siempre…
Me levante de la cama y me aleje llorando al baño y me senté en el suelo de este y llore… Llore como una niña pequeña… Aunque al fin y al cabo… Eso es lo que era solo tenía catorce años…

No llegamos a dejarlo del todo, éramos incapaces de separarnos completamente, nuestros padres nos dejaban solos continuamente, y no aguantábamos separados. Además, se que el sabía que no podíamos estar separados y llevaba continuamente un condón en su cartera y eso no ayudaba para nada.
Se fue acercando el día de mi cumpleaños e inminentemente el día del regalo sorpresa de Matt.


La boda.

Nos esperaba una limusina en la puerta de casa, el me abrió la puerta y me senté en uno de los sofás de cuero.
Nosotros teníamos que recoger a las damas de honor.
El coche arrancó y Marcos y yo no nos hablamos aunque si nos echamos un par de mirabas indiscretas. Las damas fueron entrando, a la mayoría no las conocía de nada eran cinco: Danielle, Ginna, Janette, Clau y Monic. O por lo menos así le gustaban que las llamasen... aun que sus nombres eran bastante menos “chick”.
El murmullo incesante de estas era relajante, aunque un poco siniestro porque parecía que en cualquier momento iban a empezar a conspirar contra alguien. Yo me mantuve alejada de la conversación al igual que Marcos.
Al rato escuche una música, que reconocí como el tono para mensajes de mi móvil. Lo cogí rápidamente y leí un mensaje de un número no reconocido ponía:
Estas niñatas no se callan nunca… Te echo de menos… Quiero estar a solas contigo y solo contigo. (LL)
Cuando lo leí se me ilumino la cara y escribí rápidamente.
Yo también… Después de la ceremonia en los jardines? ;) (LL)
El leyó, me miro y asintió con una sonrisa picara en la cara.
La ceremonia fue un autentico tostón, o eso me parecía a mi ya que solo podía pensar en Marcos, en lo que había sucedido y en lo que venia después. Pero Matt se sentó a mi lado, y esto impidió que pensara con claridad ya que a veces me miraba con una cara que aunque yo no lo supiera significaba que algo grande estaba por llegar.
La verdad es que era un chico muy guapo, ¿más que Marcos? Hay no puedo opinar yo, pues aunque Matt sea Matt, Marcos siempre será mi Marcos.
Tenía el pelo con flequillo al lado y de color caramelo, sus ojos eran verdes y su piel tostada, con una nariz más respingona de lo habitual..
Era algo mas bajo que Marcos pero mas musculoso.
Aunque aun así era bastante más alto que yo…
Cuando Marcos nos vio sentados juntos vino rápidamente a mi lado. Cosa que no le hizo a Matt mucha gracia.
Cuando termino (¡por fin!) la tensión del aire se podría haber cortado con un cuchillo. Y Matt se tuvo que ir en busca de su familia.
Salí disimuladamente hacia los jardines de atrás y Marcos espero un poco antes de salir a buscarme.
-¿Nos sigue alguien?-dije en voz de susurro.
-No-me contestó la voz de detrás mía.
-Perfecto-dije mientras me daba la vuelta, me lanzaba a sus brazos y le besaba.
-Mmm-respondió el mientras me besaba-me encanta que me recibas así…
-Pues tendré que hacerlo mas a menudo ¿no hermanito?-dije mientras le besaba la comisura del labio.
-Mmm me gusta mas que me llames amante bandido.
-Amante bandido-dije mientras me reía.
-Espera, escucha-Me quede en silencio y escuche unos pasos.
-Corre escóndete-susurre.
El se fue corriendo por en medio de la espesura del bosque.
-Chiara ¿estas hay?-¡dios es Matt! ¿Que hago?
-Si, estoy aquí Matt, tenía que aclararme las ideas, es a la 4º boda de mi madre que voy es un poco confuso.
El entro en el claro y se puso en el mismo sitio donde segundos antes había estado Marcos.
-Chiara, tengo que hablar contigo… y puede que este no sea el mejor momento pero… es necesario. Y aunque se que estas confundida pero... Tengo que decirlo si no reviento.
-De… De acuerdo.-Respondí algo más confusa.
-Mira, mm no se como explicarme, es algo que en verdad seria mas fácil si lo hiciese pero claro, puede que no quieras que lo haga, cosa que me dolería bastante la verdad…
-Matt no te líes, si tienes que hacer algo hazlo pero no me líes, por que no tengo ni idea de lo que estas hablando y ya estoy bastante confusa porque sinceramente mi día de hoy no ha sido muy normal que se diga Además, ya se que es lo que me vas a decir, Yaralia me hablo de ello, y si ella si quiere estar contigo pero prefería que yo te lo dijera antes.
-¿Eh? Eso no es, yo nunca diría eso, Yaralia no me gusta en absoluto, me gustas tu-y acto seguido se abalanzo sobre mi y me beso. Pero era de una forma distinta a Marcos, Marcos era apasionado, pero Matt, Matt era dulce y cariñoso algo inseguro… pero eso lo hacia mas romántico.
-Te quiero Chiara-me susurro.
Sus palabras me dejaron helada, esto no podía estar sucediendo. No así… yo no podía contarle lo que pasaba entre Marcos y yo, entonces… ¿Qué decirle? ¿Que no podía estar con el por que me acababa de acostar con mi hermano y éramos amantes?
¡Eso es! Éramos amantes… entonces, el no podía enfadarse si yo salía con Matt ¿no? Pero… eso era ser muy puta. Salir con el y acostarme con su mejor amigo alias mi hermano por las noches… No, yo no era así. La otra opción era decir que no quería nada con Matt pero... ¿En serio no quería nada con Matt? Había estado tonteando con el semanas enteras y ahora no se si era por celos o por que de verdad me gusta. No se que hacer.
-Mm Matt apenas nos conocemos…
-¿Y que? Chiara, yo te amo. Quiero estar contigo. Me da igual desde hace cuanto nos conozcamos.
¡Mierda! No podía haber dicho eso… Eso era caer bajo.
-Mm Mira Matt, a mi me gustas. Pero yo aun no estoy segura de lo que siento hacia ti. Y no quiero tomar decisiones precipitadas.
-Pero…
-Mira Matt. Es la 5º vez que mi madre se casa. Pero creo que esta vez es la definitiva, y necesita que le apoye. Después hablamos.
-Pero…-Pero me fui y le deje con la frase a medio acabar.
Fui a mi limusina, con mi hermano montado en la otra esquina e intentaba llamar mi atención. Aunque yo no se la di.
El convite se celebro en un lugar precioso, muy sofisticado. Era un jardín con una fuente redonda en medio y montones de mesas redondas alrededor de esta. Los manteles eran de color celeste. Estaba todo lleno de grandes árboles que cubrían todo el lugar con una sombra magnifica. Había música clásica de fondo. La primavera de Bach creo.
Era un pedazo de Edén a las afueras de Barcelona, aunque este no era verdaderamente mi paraíso. Mi paraíso se situaba en la otra punta de España, en la granja… Ese pensamiento me hizo sentir culpable, no había hablado con mi abuelo desde hacia 5 semanas.
Tengo que ir pronto…
El día pasó sin mas incidentes dignos de nombrar, no volví ha hablar con ninguno. Esa era mi solución aunque sabia que no podía ser la definitiva. Sentía sus miradas clavadas en mi espalda como fríos puñales de hielo.
Cuando termino la fiesta, me fui en el coche de mi “nueva tita” y así me libre de tener que hablar con mi hermano.
Cuando llegué a casa mis padres aún no habían llegado, y el estaba viendo la tele, con sus pantalones de chándal que usaba de pijama y su pecho desnudo.
-Chia-dijo usando mi odioso apodo-ven un segundo, por favor.-Me acerque a el lentamente y me senté a su lado-Dime que he hecho mal… Por favor… Por que yo no entiendo nada, esta mañana estábamos los dos tan felices… Y ahora…
-Matt me ha pedido salir…
-¿Qué? Ese capullo le voy a pegar una paliza…
-Marcos para-dije cogiéndole de la muñeca para que no se levantara-si le haces algo se enterara.
-Pues mejor, que se entere… así sabrá que estas ocupada.
-Pero… no podemos hacer eso…
-¿Entonces que haremos?
-Actuar-dije enfatizando la palabra-Nadie puede saber que estamos juntos, saldré con el. Seremos amantes, pero de los de verdad…
-¿No hay otra opción?
-Creo que no... Bueno, creo que el también me gusta, y se me nota, por dios llevo semanas pelando la pava con el, el lo sabe. ¿Como se sentiría creyendo que todo es una farsa?
-Si yo descubriera que es una falsa acabaría muy mal. ¿Le pondrías los cuernos por mi?
-¿Soportaras verme con otro?
-Si, por que si no tendré que separarme de ti. Y eso es algo a lo que no estoy dispuesto. Antes contigo que sin ti, y sin contigo es sufriendo no importara si las peores torturas tengo que aguantar, por que seré capaz de hacerlo, por ti, por nosotros y sobre todo y ante todo por nuestro amor. Por que nuestro amor será leyenda.
-Pues entonces si-Dije en contra de todos mis principios… Si, este sitio me había cambiado demasiado…
-¿Seremos entonces como Romeo y Julieta?
-Intentaremos no acabar muertos…
-Yo también me suicidaría si no tu no estuvieses a mi lado-dijo el.
-Pero como eso no va a ocurrir no vas a tener que hacer nada-dije abrazándole y rindiendo ante todo acto de valentía por mi parte…-mañana le diré que si aunque eso sea hacer daño a la persona que más me importa y con la que no debo estar por culpa de las leyes que no permiten a dos hermanos estar juntos. Por que a ojos de la ley, somos tan hermanos como unos gemelos identicos…



Cambio radical.

-Bien-dijo el-Aquí algo va mal... O yo me equivocado de baño... Cosa que es imposible o tu te has equivocado...
-O puede que yo sea tu nueva hermana y que ninguno se haya equivocado.
-Buff... esa era la única opción que no quería reconocer prefería pensar que me había vuelto loco o por el estilo. Pero no se lógico que tu seas mi hermanastra... Mi padre me dijo que te llamabas Clara.
-Chiquillo... creí que eras algo más rápido de mente Chiara es Clara en italiano...
-¿En serio?
-Si, ¿y podemos dejar esta conversación para cuando lleve ropa por favor?
-Claro claro- Y salió de aquel baño.
No volví a hablar con el en todo el día siguiente, lo único que hizo fue indicarme el camino al colegio y después se fue sin decirme nada. Aunque me había dado cuenta que me observaba cuando le daba la espalda y más de una vez lo había pillado pero se había hecho el sueco y miraba para otro sitio. Yo me puse el uniforme, que constaba de una falda roja de tablas, una blusa blanca con una rebeca roja, unos calcetines altos blancos con unas bailarinas rojas.
Me recogí el pelo en una larga trenza al lado y salí dispuesta a asistir a mi primer día de clase en un lugar donde solo conocía a mi hermanastro con el que me había liado y con el que prefería no hablar si era posible ya que cada vez que lo miraba me ponía roja.
El camino era corto y simple, solo había que ir todo recto por la calle de la derecha de mi casa y se llegaba al gran colegio de pijos buenorros, a alguno lo había visto en la pista de skate donde había conocido a mi hermano.
Mi clase estaba llena de pijas con faldas como cinturones y tanto escote que parecía que se le iban a salir las tetas, aunque realmente y si alguien les miraba la cara se podían dar cuenta de que eran guapas.
Escuche cuchichear a la gente a mi alrededor decía cosas como parece una estrecha, ¿Esa es la chica nueva? Si la hermana de Marcos!, ¿dios has visto somo viste?, ¿parece una pueblerina tonta?.
Me cabreó bastante que me llamaran pueblerina, nunca se lo había permitido a nadie.
El último cuchicheo que escuche antes de entrar en la clase fue “Esa chica es bastante mona, creo que encajaría en nuestro grupo de elite” “¿Y por que no la cambiamos?” Dijo otra. Pero no me pude enterar de nada mas ya que el profesor entró en la clase y mando callar a todos.
La clase fue lenta y aburrida, no me hicieron presentarme ante nadie(menos mal). Y eso me alegro un poco, aunque no me soluciono nada... La gente seguía mirándome y las cuatro niñas que habían estado diciéndome eso aun más...
Al salir de la clase las cuatro niñas me cogieron desprevenida y a empujones disimulados me metieron en el baño.
-¿Pero que hacéis flipadas?
-Lo de flipada ha dolido... Pero tranquila quedas perdonada... Agradece que eres guapa si no estarías muerta.
-Pero...-Al final consiguieron que me callase a base de ponerme las manos en la boca.
-Silvia la ropa, Lucia el pelo, Ángela el maquillaje yo superviso.-dijo la que había hablado antes, que era la que tenia pinta de llevar la voz cantante.
Todas se pusieron manos a la obra, una se puso a maquillarme, otra a cortarme la ropa y a hacerme dobladillos (bastante chapuceros...) y la ultima a soltarme el pelo y a peinarme según ella como era debido.
Al rato terminaron su “trabajo” y yo aun no había procesado los últimos acontecimientos que al suceder tan rápido ni siquiera había caido en la cuenta, así que no opuse resistencia cuando me movieron y me pusieron delante del espejo de cuerpo entero.
Estaba guapísima, el pelo me caía con gracia sobre los hombros y el maquillaje me resaltaba los ojos y mis pómulos marcados.
-¿Quienes sois?-conseguí decir al fin.
-Nosotras somos la elite del colegio Claret, donde te encuentras en este instante-¿se había denominado elite a ella misma?-y te vamos a convertir en una de nosotras, aunque quizá te falte lo que hay que tener...
-Esto no tiene sentido-dije mientras me intentaba alejar.
-Oh vamos, me vas a decir que no te encanta que la gente no te mire y comente sobre lo guapa y popula que eres. Oh por dios a todo el mundo le encanta la atención.
Me volví a mirar confundida al espejo, la verdad es que estaba guapísima bastante mas sexy y... tenia la autoestima por las nubes. Puede que me pudiera acostumbrar a eso... Al parecer ella se tomo mi silencio por un si.
-Esta tarde nos vamos de shoping, manicura, pedicura, peluquería y masaje. Te recogemos a las seis.
Y se fueron tal y como se habían ido, de repente...
Vale, esto no puede estar pasando... ¿Yo una popular? Bueno... si pruebo no pasara nado ¿no? Total... me iré dentro de un par de meses... y eso lo aguanta cualquiera...
Si, iré con ellas esta tarde. Solo por probar-me dije a mi misma intentando convencerme mientras salia sola de baño con una sonrisa de autosuficiencia en el rostro.
Una vez fuera todas las miradas volvieron a posarse sobre mi. Y los cuchicheos fueron instantáneos, aunque ahora en vez de criticarme mas bien me halagaban, me echaban piropos y todas esas cosas que siempre salen en las películas americanas.
Escuche algo así... “Joder... Marcos ¿Esa es tu hermanastra? Preséntamela... ¡Ahora!”
Y así es como vi de repente a cuatro chicos acercándose a mi y entre ellos estaba mi hermano con cara de ¿Que hago yo ahora?.
-Chiara, estos son Quino, Enrique y Matt.-Dijo señalándolos respectivamente.
-Hola chicos-dije observándolos con una dulce sonrisilla coqueta.
-Hola-dijo Matt- ¿Quieres que te enseñe el campus?
-Claro Matt-respondí instantáneamente-La verdad me siento un poco perdida-el me cogió por la cintura y me guió por todo el campus paseando. Era un chico agradable, divertido y además muy guapo. Nos pasamos todo el día riendo.
Por la tarde salí con las chicas, Yaralia, era la más una chica bajita de pelo oscuro y rizado pero con unas tetas gigantes que hacían que resaltase entre los demás. Lucia y Silvia eran gemelas, las dos rubias de ojos oscuros y algo tontas aunque bastante monas, Ángela era la que más dinero tenía del grupo y le llegaba el pelo hasta encima del culo, tenia que ser super incomodo aunque precioso.
Pasaron los días y me convertí en la chica mas deseada del Campus. Se me estaban empezando a olvidar aquel dicho que dice “aunque la mona se vista de seda mona se queda”. Aunque según parecía, eso no me afectaba a mí, por que me había adaptado también a la ciudad que hasta mi propia madre estaba asombrada con mis cambios.
Las chicas y yo nos hicimos inseparables, mi relación con Matt cada vez se hacia mas íntima y no había vuelta a mediar palabra con Marcos excepto en momentos claves como la hora de la comida.
La fecha de la boda de mi madre se acercaba inminente y el tiempo pasaba tan rápido que apenas me daba cuenta de lo que sucedía a mi alrededor.
Quedaban dos horas para la boda, y yo aun no estaba lista. Estaba dentro de mi vestidor con la cremallera enredada tan absorta que no me di cuenta de que el irrumpió en la habitación.
-Te ayudo-dijo la voz de Marcos desde la puerta. Me di la vuelta y lo que vi me dejo sorprendida. El estaba allí con sus pantalones de chaqueta, el pelo mojado y sin camisa. Aun tenia los pies descalzos-Bonito vestido.
-Gracias-respondí mientras me agarraba de la cintura.
-Debo reconocer que has cambiado mucho... Antes eras guapa, pero... Ahora... eres preciosa mucho más que cualquiera de esas amigas tuyas. Esas solo son guapas cuando se han echado los tres kilos de maquillaje.
-Si, he cambiado en todo pero soy la misma de siempre más o menos...
-Y yo... también he cambiado mucho desde que estas aquí... y quería decírtelo antes de que fuéramos oficialmente hermanos... Se que esto no esta bien pero... me gustas, mucho... Y no puedo evitarlo, eres perfecta. Incluso tengo celos cuando te veo con Matt y se que es mi mejor amigo pero... Cuando Quino y Enrique se ponen ha hablar de ti... Me supera.
Y en ese mismo instante me beso, pero esta vez no fue como la última vez. Ahora todo había cambiado, yo había cambiado... sus manos se deslizaron suavemente por mi cuerpo y sin saber como el empezó a quitarme el vestido, pare de besarle, le miré y decidi que ya no había vuelta atrás. Y aunque sabíamos que esto no estaba bien... Sucedió.
Si, he perdido la virginidad con el que dentro de unos pocos minutos será mi hermano no me juzguéis...
-No debería haber sucedido esto...
-¿No te gusto?-dijo el con voz preocupada mientras pegaba su cuerpo desnudo al mio.
-Si que me gustas pero... ¡Joder! Somos casi hermanos... Esto no debería pasar...
-Sin embargo... tu quieres que pase ¿no es cierto?
Me calle, si decía las palabras mágicas todo por lo que había luchado estos últimos días se iría a la mierda. Pero lo dije.
-Si lo es... pero es la hora de que nos vistamos y vayamos a la boda de nuestros padres.
-Cierto... entonces... podemos ser amantes.-dijo mientras me besaba.
El me miro y salió de la habitación, había cruzado la línea no había vuelta atrás. A partir de este punto no podría cambiar nada y todo estaría en manos del destino.
Esto no puede suceder mas...pero va a ser casi imposible... Dios dormimos en un mismo cuarto ¡Y hay dos camas de matrimonio! Es imposible no seguir nuestros instintos ¡Es instinto animal no hay más!
Me vestí mientras que le daba vueltas a todo lo sucedido y cuando llegue a la puerta Marcos me esperaba allí. Realmente podía acostumbrarme a que el me esperase con esa sonrisa picarona y el pelo revuelto.
El me dio la mano y salimos corriendo hacia nuestra propia tumba... O en este caso... boda de nuestros padres...